martes, 28 de diciembre de 2010

Una chapuza por estrenar (Málaga Hoy)

Vecinos de Campanillas denuncian desperfectos en VPO subvencionadas por la Junta y recién entregadas

J. A. NAVARRO ARIAS / MÁLAGA | ACTUALIZADO 28.12.2010 - 01:00
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La promoción luce el 'sello' de la Junta de Andalucía y ya está en el callejero municipal.

Conseguir una vivienda de protección oficial no siempre es una buena noticia. En los tiempos que corren cualquier ayuda es buena para hacer frente a una hipoteca, pero en Campanillas más de un centenar de vecinos se han encontrado con una chapuza por estrenar más que con una casa, según denuncian. La mayoría ya tienen las llaves y han empezado a habitarla, pero por ahora se han estrellado con numerosos problemas en forma de desperfectos: filtraciones y goteras, principalmente. Según ha podido comprobar este periódico, no se trata de simples deficiencias, sino de carencias estructurales en los inmuebles que, como dicen las propias víctimas, "hacen imposible habitarlos".

La promoción afectada se encuentra en la zona conocida como Hacienda Segovia del barrio de Campanillas. Son los edificios Alcázar, que suman 119 viviendas protegidas plurifamiliares en régimen especial, algunas aún sin entregar, y han supuesto una inversión de unos 8 millones de euros. La empresa promotora es Hexa VPO y las viviendas fueron comercializadas por Dolmen Consulting Inmobiliario, tal y como anuncian en su página web (www.dolmen.es). La metodología del sorteo fue aprobada por la Junta de Andalucía. En total había 10.565 solicitantes para 116 viviendas y hubo otro sorteo especial reservado para personas discapacitadas con capacidad reducida permanente donde se sortearon tres viviendas entre 16 solicitantes. El precio promedio de venta fue de 77.612,44 euros (sin IVA). Vecinos aseguran que la Junta ya les ha abonado la ayuda prometida, pero ahora quieren que alguien les arregle los problemas de sus casas.

"La promotora no responde, pero el inmueble fue subvencionado por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento aprobó la licencia de primera ocupación y a la vista está que no está en condiciones de ser habitado. Algo también tendrán que decir", afirma uno de los afectados, Alberto Gálvez. Este hombre es uno de los vecinos que acudieron al sorteo por la vía de las personas discapacitadas, pues su mujer necesita de una silla de ruedas para desplazarse. En este caso, a los problemas comunes, denuncia deficiencias "graves" de accesibilidad. "Durante la obra estuve pendiente e incluso facilité a la promotora las leyes y normativa sobre discapacidad, pero no han tenido nada en cuenta", lamenta.

El inventario de desperfectos es innumerable, tanto en zonas exteriores como interiores. Las últimas lluvias han inundado los aparcamientos, que no evacuan correctamente el agua por mala instalación de los desagües, y en numerosas viviendas tienen problemas de humedad. Los edificios están diseñados para albergar un ascensor, en caso de que los vecinos decidan realizar la inversión, pero el hueco previsto ha sido ocupado por el sistema de ventilación del inmueble. Los trasteros no se pueden utilizar porque tienen problemas de filtraciones y las cubiertas presentan deficiencias que ha provocado humedades por todos sitios. "Hemos consultado a especialistas y nos aseguran que se han utilizado materiales inapropiados para el aislamiento y se han cometido muchas irregularidades", añade Gálvez. Los vecinos se han unido para canalizar las quejas de forma conjunta pero por ahora sólo encuentran el silencio por respuesta. Este periódico intentó ayer sin éxito ponerse en contacto con algún representante de Dolmen.

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