Responsables de EPSA, la Autoridad Portuaria y el colectivo ambiental y docente, que lleva más de dos décadas esperando su sede definitiva, se reunirán en Málaga
RAQUEL GARRIDO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 08.02.2011 - 01:00
Después de más de dos décadas instalada de forma "provisional" en un edificio cedido por el Puerto de Málaga y la Cofradía de Pescadores, el Aula del Mar podría ver mañana cumplido su sueño de contar definitivamente con una nueva sede. Responsables de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), la Autoridad Portuaria y del propio colectivo ambiental se reunirán mañana para decidir el uso definitivo de los tres edificios construidos en el recién remodelado muelle dos del recinto portuario, donde aún está pendiente de inaugurarse el Palmeral de las Sorpresas.
Es el último paso de una negociación que se ha prolongado demasiado tiempo y que se produce cuando únicamente falta que finalice la obra de reurbanización de la entrada del puerto malagueño para que la remodelación del muelle dos se convierta en una realidad. El gerente provincial de EPSA, Cristóbal Fernández, aseguró ayer a este periódico que la posible cesión de dos de los tres edificios construidos en el Palmeral de las sorpresas al Aula del Mar será uno de los temas que centren la reunión de mañana y, aunque quiso mostrar cierta cautela, señaló que "a priori la idea es aceptar la propuesta". De ser así, el Aula del Mar dispondrá de una superficie de alrededor de mil metros cuadrados entre los dos edificios que le permitirá reubicar la importante zona museística y el acuario que atesora en su actual sede que se ha quedado pequeña por la creciente actividad que desempeña en materia de educación ambiental.
También en estos dos edificios se instalará el Centro de Recuperación de Especies Marinas Amenazadas (Crema), unas instalaciones pioneras en toda España que fueron creadas en 1994 por el Aula del Mar y que a punto estuvieron hace dos años de ser trasladadas a Algeciras. La idea es que este hospital marino sea ubicado en la primera planta de uno de los dos edificios después de que la Junta de Andalucía descartara por completo el proyecto que ya había sido incluso redactado por la Empresa de Gestión Medio Ambiental (Egmasa) para construirlo en el paraje natural de la desembocadura del río Guadalhorce por falta de dotación presupuestaria en un complejo de aproximadamente una hectárea en el que se incluían además un laboratorio y varias piscinas. Ante la imposibilidad de seguir adelante con esta iniciativa, la anterior consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, quiso llevarse el Crema al centro construido en 2009 en la dársena algecireña de El Saladillo, a pesar de que desde su creación su sede siempre ha estado en la capital malagueña.
El resto de los mil metros cuadrados que mañana podría cederle definitivamente la empresa pública dependiente de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda se destinarán al museo del Aula del mar y al acuario, que también en un primer momento fue descartado en el estudio geomorfológico que la empresa Tragsatec realizó dentro del proyecto inicial que preveía instalarlo en el sótano del antiguo silo del puerto que fue derribado en el muelle dos. En cuanto a la inauguración del Palmeral de las Sorpresas, Fernández insistió en que aún no hay fechas concretas y que todo depende de que el Puerto termine la obra de la entrada.
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