Hace un mes escaso los vecinos de Parque del Norte y alumnos del colegio Manuel Garvayo celebraron la llegada del asfalto a las puertas del centro escolar, tras convivir con el terrizo más de 26 años. Sin embargo, los usuarios del carril de Salyt reclaman otras mejoras en esta vía que comunica Nueva Málaga con el Camino de Suárez y Carlinda y que, a pesar de su constante tránsito peatonal, sigue sin ofrecer unos mínimos de seguridad.
Así, el presidente del AMPA del colegio, Manuel Ramos, que ha movilizado en los últimos meses a los vecinos del entorno, agradeció la mejora pero quiso dejar claro «que la solución era provisional». Su demanda aún sigue sin atender y los residentes de la calle Encarnación Fontiveros reclaman al Ayuntamiento un remedio antes de que lleguen las lluvias.
«Seguimos sufriendo las obras del Parque del Norte. Detrás del colegio hay montañas de arena y los días de viento esto es caótico», señala María Ramírez, que tiene una niña de seis años en el Manuel Garvayo. Sin embargo, lo peor llega cuando llueve. «Seguiremos sorteando el barro y los charcos porque la calle no tiene aceras, menos mal que sí pintaron el paso de peatones entre el colegio y la urbanización de San Martín», destaca Rocío Garrido.
Calle sin salida
Esta vecina de Carlinda lleva a sus dos hijos al colegio en coche y critica que aún no se hayan delimitado los carriles e instalado el saneamiento y el alumbrado. «Siempre nos están dando largas y espero que no nos dejen así mucho más tiempo. Además, la calle sigue sin salida y a la hora de entrar al colegio es un descontrol», recalcó Garrido.
Por otro lado, vecinos de Nueva Málaga se quejaron del mal estado en el que se encuentran algunas zonas del Parque del Norte. «La suciedad se está convirtiendo en habitual, la fuente central está rota al igual que la pérgola del parque infantil y algunos bancos», denunciaron los portavoces.
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