Costas reactiva el proyecto para poner en valor los 42.000 metros de este espacio natural ubicado en Las Chapas
15.11.2011 -
Vista de la estación de bombeo, ubicada en mitad de las dunas, que será trasladada dentro del proyecto de recuperación ambiental. :: JOSELE-LANZA
Nuevo mobiliario urbano. Pasarelas de madera. Señalización. Plantas autóctonas. Especies invasoras fuera de circulación. El panorama que dibujaba el proyecto diseñado inicialmente por la Demarcación de Costas, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, no tiene ningún pero. A no ser que el que lo lea conozca la zona en cuestión. Las dunas de Real de Zaragoza, ubicadas en Las Chapas, a pie de la Residencia de Tiempo Libre de la Junta de Andalucía, son uno de los últimos reductos vírgenes que le quedan al litoral de Marbella, invadido por el ladrillo de norte a sur y de este a oeste.
Este espacio natural, de más de 42.000 metros cuadrados, no ha escapado a la oleada de cemento, ahora contenida por la crisis. Ni siquiera junto a la misma orilla. El propio diseño de la red de saneamiento ha afeado las playas. Los colectores hace años que están al descubierto y obligan a los bañistas a convivir, junto a la toalla, con esas incómodas infraestructuras. Eso cuando no se producen fugas o roturas que provocan males mayores. Costas ha decidido ahora dar un paso adelante y ha incluido dentro del proyecto de recuperación de las dunas de Real de Zaragoza, uno de los que tiene en marcha en el litoral de Marbella, la retirada del saneamiento de la playa. En concreto, según explicó a este periódico el jefe del organismo en Málaga, Francisco Javier Hermoso, actuará en una superficie de un kilómetro lineal, pese a que, según matizó, no se trata de una actuación que le competa a esta administración.
Más de seis millones
«Pese a que no estaba previsto hemos querido aprovechar el proyecto para incluirlo, aunque suponga un incremento del coste, para demostrar también que se puede hacer», señaló. No solo se retranqueará el saneamiento a lo largo de este kilómetro para ubicarlo por debajo de la red de senderos de madera que se instalarán por la zona dunar, sino que se reubicará la estación de bombeo, que está a pocos metros de la arena, y se colocará un aliviadero hacia el mar. En total, según indicó Hermoso, el presupuesto base de licitación de los trabajos en todo el espacio natural rondará los 6,7 millones de euros, aunque para que salgan a concurso las obras queda aún un largo camino.
El proyecto no es nuevo pero Costas le ha dado un nuevo empujón. Recientemente ha sacado el expediente a información pública para que los afectados, ya sean particulares, empresas o administraciones, puedan presentar sus alegaciones. Si no se produce ningún contratiempo, se aprobará la propuesta y se elevará al Consejo de Ministros para que sea declarada de utilidad pública. Este trámite servirá para poder encomendar al Ayuntamiento las expropiaciones necesarias para poder incorporar 11.661 metros cuadrados más de superficie a las dunas, tal y como ha realizado en Artola.
Cuando el suelo sea de titularidad pública, será el momento de encargar los trabajos, que se prolongarán un año, a una empresa. La intervención abarcará varios frentes. Desde el veto a los vehículos hasta la instalación de una red de senderos de madera pasando por la eliminación de las especies vegetales invasoras, la repoblación con flora autóctona y la aportación de arena en las zonas más expuestas al oleaje. La eliminación de los colectores del saneamiento ha sido la guinda a una intervención que se espera como agua de mayo por los vecinos de la zona.
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