miércoles, 30 de noviembre de 2011

Primeros clientes del Muelle Uno, entre obreros (La Opinión)


La inauguración del Muelle Uno estuvo marcada por la convivencia entre los visitantes y los trabajos






La apertura del Muelle Uno se compatibilizó con los trabajos de remates que todavía están pendientes en la urbanización del entorno.
La apertura del Muelle Uno se compatibilizó con los trabajos de remates que todavía están pendientes en la urbanización del entorno. Carlos Criado

MIGUEL FERRARY El Muelle Uno abrió ayer por la mañana al público. Fue sobre todo un acto de voluntad, ya que los primeros clientes paseaban por la nueva calle de la ciudad conviviendo con el trabajo de los obreros, que seguían rematando la obra en la zona comercial y más metidos en faena en las esquinas del muelle, tanto con el muelle 2 como con la Farola. Precisamente el Paseo de la Farola seguía cerrado al público, con parte del mobiliario urbano a medio instalar.

Los primeros curiosos aparecieron desde primera hora para pasearse por una calle comercial donde la mayoría de los locales continuaban trabajando en la instalación de las estanterías y colocación de la mercancía. Algunas estaban ya en perfecto estado de revista, con la mercancía colocada y esperando los primeros clientes. Deichmann, Yamamay, Primor o Décimas fueron algunas de las tiendas que ofrecían sus productos para venta. Otros, clasificaban cajas, instalaban los últimos remates o limpiaban el suelo.

El principal problema que se encontraron los arrendatarios fue disponer de su mercancía, ya que el aparcamiento no pudo abrir al no disponer de la licencia de primera ocupación que concede el Ayuntamiento. El gerente de Muelle Uno, Patricio Gutiérrez del Álamo, explicó que el aparcamiento cuenta ya con el visto bueno de Bomberos, pero requiere del documento oficial que lo acredite, que espera que se obtenga en unos días. Esto ocasionó cierto caos en las labores de carga y descarga, como se quejaban algunos de los arrendatarios, que se encontraron con que la policía portuaria no les dejaba acceder al muelle para dejar la mercancía. «He tenido que aparcar en el paseo Ciudad de Melilla y traer la mercancía poco a poco en carretilla», señalaba Francisco Ortega, del restaurante El Marisquero.

A esto se unían algunos problemas de instalaciones, como la ausencia de ascensores para facilitar el acceso desde el Paseo de la Farola o que éste se encontrara cerrado al paso en la mayor parte de su trazado, al continuar en obras.

Gutiérrez del Álamo confirmó que la mayor parte de estos trabajos se terminarán a lo largo de esta semana: «La idea de abrir un martes es precisamente tener una semana de rodaje para resolver los temas y llegar al fin de semana, que estará en condiciones». «Todos los comienzos son difíciles. Si abrir una tienda en el Centro es complicado, hacerlo con 70 tienda es muy complejo», apuntó Gutiérrez del Álamo.

Accesos

El gerente del Muelle Uno confirmó que el Paseo de la Farola se abrirá al tráfico a lo largo de esta semana y que la maquinaria de los ascensores se colocará en unos días. Reconoció que esto plantea algunas dificultades de acceso, aunque subrayó que ayer hubo «bastante público pese a estos problemas».

La entrada desde el muelle 2 es una de las claves para el futuro de esta zona comercial, al dar continuidad al palmeral y al paso de personas desde el Centro Histórico. Sin embargo, la esquina es una de las zonas con las obras más retrasadas y ayer todavía se estaba urbanizando esa entrada. Patricio Gutiérrez del Álamo aseguró que estaría disponible esa entrada desde hoy.

Otro de los puntos donde se concentraba ayer gran parte de la actividad era en el entorno de la Farola, donde enlaza con los trabajos de urbanización de esa zona a cargo de la Autoridad Portuaria. El gerente de Muelle Uno aseguró que el acceso desde el Paseo Ciudad de Melilla estará a finales de semana.

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