jueves, 1 de diciembre de 2011

El Muelle Uno cierra y espera reabrir hoy tras subsanar los trámites de Urbanismo (Málaga Hoy)


El Ayuntamiento abre la opción de autorizar esta mañana la actividad en la zona comercial, entre la calle Vélez-Málaga y la Farola · Antes, los técnicos municipales comprobarán el cumplimiento de ciertos detalles
SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 01.12.2011 - 01:00
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Cinta extendida a lo largo de Muelle Uno para impedir el acceso al recinto.
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Uno de los locales, cerrado ayer por la mañana.

El esperpento en el que se ha visto envuelto el centro comercial del puerto de Málaga, Muelle Uno, en los últimos días obligó ayer a mantener cerrados los 78 establecimientos de moda y restauración instalados en este espacio. La determinación fue adoptada después de que desde la Gerencia de Urbanismo se insistiese en la necesidad de que la promotora del proyecto, Iniciativas Marina de la Farola, solventase todos los trámites administrativos y garantizase la seguridad en una zona aún en obras. 

Tras varias reuniones entre los técnicos municipales y de las firmas privadas, la primera de ellas mantenida a las 7:00 en la sede de Urbanismo, la conclusión fue la de aplazar la apertura del complejo hasta hoy, "a la espera de que a primera hora se reciba la documentación que justifique que se ha realizado todo lo indicado, se compruebe y se pueda conceder la licencia de utilización del conjunto comercial". Así lo expuso, mediante un comunicado, el Consistorio, escrito en el que se precisa que la autorización de apertura se limitará al espacio que se extiende entre la calle Vélez-Málaga y el aparcamiento de La Farola, justo la franja donde se sitúa la mayoría de las tiendas de moda y restaurantes. 

Para el resto del centro, es decir, para la denominada esquina de oro, donde se sitúa el edificio cultural, un aparcamiento de un millar de plazas y varios locales vinculados a la infancia, habrá que esperar a la terminación de los trabajos, situación que se extiende al Paseo de la Farola, cuya reurbanización tiene aún pendiente ciertos elementos, como la colocación de los ascensores de acceso al muelle. La solución finalmente acordada por las partes es la de fasear la concesión de las pertinentes licencias de apertura. 

Todo ello tras la inspección realizada ayer a Muelle Uno por varios técnicos de Urbanismo, que destacaron la necesidad de efectuar una serie de subsanaciones en la intervención, como garantizar la seguridad de la zona que podría abrirse al público aislándola de las zonas aún en obras, instalar una señalización adecuada para indicar los accesos disponibles, así como los habilitados para personas con movilidad reducida. Y a todo ello se añade la entrega de la documentación aún pendiente. 

Lo que no parece contemplar en ningún caso Urbanismo es la apertura de un expediente sancionador contra la promotora del centro, a pesar de que las tiendas del mismo permanecieron abiertas horas después de que el Ayuntamiento le comunicase la prohibición de mantener activo el espacio "por motivos de seguridad". La posición actual sería reconsiderada, indicaron desde Urbanismo, si los responsables del proyecto optan por abrir las puertas del complejo sin disponer de todas las autorizaciones. 

Desde primera hora de la mañana de ayer el mensaje en Muelle Uno era claro: no se podía abrir hasta nueva orden. Aunque algunos comerciantes afectados afirmaban, a eso de las 11:00, que era probable la reapertura a partir del mediodía. Una estimación que se vino abajo. El control sobre el acceso fue aumentando conforme pasaron las horas, al punto de que de la mera información de los guardias de seguridad apostados en la zona se pasó incluso a extender una especie de precinto para impedir que los vecinos se adentrasen por el complejo. 

Se dio la circunstancia de que más de un peatón se llevó la sorpresa de encontrar todos los locales cerrados. Ése fue el caso de dos vecinas que, a pie, se acercaron a la zona. "Ayer [por el martes] estaba abierto y hemos venido y está todo cerrado", comentaban, mostrando su sorpresa por la situación. "Nos dicen que es por un tema de seguridad, pero no nos explican qué es", apostilló una de ellas, que recordaba cómo en su visita el pasado martes le llamó la atención "que las cosas no estaban terminadas". "Es raro que lo inaugurasen y ahora lo hayan cerrado; se han adelantado en el tiempo y eso lo veo mal", sentenciaba su acompañante. 

La reacción de algunos de los propietarios de locales que ayer había a primera hora era de tranquilidad e incluso de comprensión, aunque no de todos. Daniele Martino es el responsable de la tienda Yamamay y, lejos de ser comprensivo, se mostró bastante molesto con la situación, que se agrava porque el primer día de actividad se vio obligado a cerrar la tienda a las 20:00 cuando la tenía llena de gente porque se fue la luz. "Se apagó y no podía cobrar, he perdido mucho dinero", comentó. Respecto al cierre ayer, Martino explicó que fue a primera hora, cuando llegó al centro, cuando los guardias de seguridad le dijeron que no podía abrir, a lo que éste se negó. "Dije que no cerraba la persiana porque no tenía un papel por escrito, sólo palabras". 

Preguntado sobre el asunto, el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, aclaró que el papel que juega su institución en lo ocurrido es nulo, por cuanto se trata de "una cuestión entre el Ayuntamiento y la concesionaria". "Creo que ha habido dudas por parte del Ayuntamiento; porque el mismo lunes por la tarde o el martes por la mañana podría haber tomado esa misma decisión", precisó. En este sentido, puso objeción por la premura de la empresa a abrir los locales, si bien insistió en que el Consistorio "no puso pie en pared".

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