Urbanismo la da por concluida pese a que aún se encuentran en el lugar dos casetas de la constructora, que está en proceso concursal Los ciudadanos cuestionan el resultado de la mejora de la ladera de la Alcazaba
19.12.2011 -
El proyecto ha sido reconocido a nivel nacional por publicaciones de arquitectura pero no termina de convencer a los vecinos. :: ÁLVARO CABRERA
La pregunta tiene cierta lógica. ¿Ya está terminada la obra de mejora de la ladera de la Alcazaba sobre el túnel de Mundo Nuevo? Según la Gerencia Municipal de Urbanismo, la respuesta es afirmativa, pero el lugar ofrece signos que invitan a pensar lo contrario. Así lo creen vecinos y comerciantes de la zona que, consultados por este periódico, mostraron sus dudas al respecto, principalmente por la presencia aún de dos casetas de obras de la empresa Volconsa -que se encuentra en proceso concursal-, la segunda contratada por el Ayuntamiento para poder llevar a cabo este proyecto después de que se anulara de mutuo acuerdo la adjudicación inicial a Hexa, que se produjo en abril de 2009.
Tras todo este tiempo, y una inversión de casi 800.000 euros con cargo a los fondos del llamado Plan Zapatero para fomentar la creación de empleo con la realización de obras públicas, que ha tenido que completarse con otro contrato diferente por unos 70.000 euros para terminar la vegetación, el entorno ofrece un aspecto mejorado pero no termina de convencer.
«Como idea me gusta pero le falta algo que lo remate», apunta Antonio Ortega, empleado de un bar de la calle Mundo Nuevo, desde la que se divisa en altura cómo ha quedado la actuación más de dos años después de su inicio. En opinión de Chelo, trabajadora de una oficina cercana, «no parece terminada».
Pinos secos
Según su testimonio, hay operarios que se ocupan de mantener los pinos carrascos plantados en la zona, así como los arbustos de plantas aromáticas que pueblan parte de la ladera. Sin embargo, este periódico pudo comprobar sobre el terreno que casi una veintena de esos pinos se han secado y que el sistema de riego presenta algunas deficiencias. De hecho, una manguera de color amarillo cuelga desde la escalera metálica construida para unir el sendero peatonal que discurre al pie de las murallas de la Alcazaba con los paseos que se dirigen hacia la ladera del Teatro Romano.
Toda esta red de senderos permanece cerrada al público por unas vallas metálicas de moderno diseño -formadas por varillas similares a las que sirven para construir los forjados de los edificios, oxidadas- que no han impedido la acción de los vándalos para perjudicar el resultado de esta obra municipal. En la parte más visible de la citada escalera metálica han escrito con grandes letras algo parecido a 'HUND'. «Es algo que es complicado de evitar», señalan fuentes consultadas por SUR.
Tal vez no se habría producido este acto de incivismo si el lugar diera una mayor sensación de finalización y mantenimiento por parte del Ayuntamiento, desde el que destacan que incluso el proyecto ha sido objeto de reconocimiento a nivel nacional por una publicación especializada en arquitectura.
Caminos cerrados
En opinión de los comerciantes consultados, que los caminos estén cerrados al público es un error. «Entonces, ¿para qué se han gastado casi un millón de euros? Al menos deberían abrirlos durante el día», sostiene Antonio Moreno, que regenta un quiosco al inicio de la calle Alcazabilla. Según su criterio, el proyecto «bonito no lo veo, ni adecuado para lo que es», dice, si bien se alegra de que, con lo realizado, ya no tiene que soportar que baje un barrizal, desde el monte de la Alcazaba hacia las aceras de Mundo Nuevo, cada vez que llueve con cierta fuerza.
«Me parece que le falta algo, ¿no? Parece que está sin terminar», comenta Lucas Caparrós, propietario del restaurante que hace esquina entre Alcazabilla y Mundo Nuevo. «Pensaba que todavía quedaba por pintar la escalera, no sabía que se quedaba así, como oxidada», añade este hostelero, quien tampoco ve bien que la red de senderos construida quede limitada únicamente al uso de visitadas concertadas. «El otro día un turista intentó entrar a la zona saltando la valla, pero no lo logró», añade otro comerciante de la zona.
En resumen, una actuación necesaria pero que lleva casi un año sin rematarse y que, según los vecinos, podría ser más utilizada.
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