martes, 21 de octubre de 2008

Arquitectos plantean que se proteja una veintena de edificios por su singularidad (SUR)

La fundación internacional Docomomo, que persigue la conservación del patrimonio del Movimiento Moderno, los incluye en su registro de equipamientos. Siete hoteles, una iglesia y cinco centros educativos, entre los inmuebles elegidos

LOS DEMÁS EDIFICIOS
Colegio de Huérfanos Ferroviarios: En Torremolinos. Ya está inscrito como Bien de Interés Cultural (BIC).

Centro de Arte Contemporáneo: Está incoada su declaración de BIC.

Escuela de Enfermería: Es el antiguo instituto Nuestra Señora de la Victoria, en Martiricos. En trámites.

Biblioteca de la Caja de Ahorros de Antequera: Sin protección y en desuso.

Antigua Farmacia Méndez: Está en la calle Granada y hoy alberga una tienda. Sin protección.

Instituto de Pedro Espinosa: En Antequera. Sin protección.

Capilla-escuela del pantano de El Chorro: En Ardales. Sin protección y deteriorada.

Apartamentos Skol: En Marbella. Sin protección.

Colegio de las Teresianas: En la zona de La Malagueta. Protegido.

Hotel Málaga Palacio: Protegido.

Hotel Princess: En Estepona. Sin protección y en desuso.

Hotel Alay: En Benalmádena. Sin protección.Ni molduras, ni mármol ni alardes decorativos. Con materiales tan modestos como el hormigón, el acero y el ladrillo se construyeron los cimientos de la arquitectura contemporánea. Los artífices del Movimiento Moderno no querían epatar a los espectadores de sus obras, sino que estas fueran útiles para el propósito con el que habían sido creadas. La industria, la vivienda y los edificios de equipamiento son los máximos exponentes de una corriente arquitectónica que se puso al servicio de la vida cotidiana.

La Fundación Docomomo (Documentación y Conservación del Movimiento Moderno), de ámbito internacional, se dedica a inventariar y promover la conservación de las obras representativas de este estilo constructivo, que precisamente por su sobriedad decorativa y su estilo funcional no siempre es comprendido por el gran público. Su sucursal en la Península Ibérica ya ha elaborado sendos registros de inmuebles industriales y residenciales, y ahora le toca el turno a ese cajón de sastre llamado 'edificios de equipamiento', que engloba desde hoteles hasta colegios y hospitales, pasando por comercios y hasta iglesias.

En la provincia de Málaga, la Fundación Docomomo ha seleccionado 18 construcciones de muy diversa índole para que formen parte de ese Registro Ibérico. A 14 de ellas les confiere el grado A de valor arquitectónico (el máximo), y a las restantes el grado B. Muchos de ellos están entre los 119 edificios del siglo XX que la Junta ha catalogado con vistas a su protección en la provincia.

El encargado de realizar la selección en Málaga ha sido el arquitecto Sebastián del Pino, quien explica así el criterio aplicado: «He buscado edificios construidos entre 1925 y 1965 que respondan a los criterios más puros del Movimiento Moderno, sin contaminaciones que pueden desvirtuarlos. Preseleccioné unas cincuenta edificaciones en la provincia, de las que finalmente han quedado estas 14».

El profesional antequerano, que fue designado por el Colegio de Arquitectos de Málaga para realizar este trabajo y presentará mañana miércoles sus conclusiones en la sede de dicho organismo, destaca que el objetivo final es conseguir «que se extienda la protección de todos estos edificios». Y es que algunos de los inmuebles catalogados están en desuso, como el hotel Princess de Estepona o la antigua biblioteca de la Caja de Ahorros de Antequera, e incluso deteriorados, caso de la capilla-escuela de El Chorro.

La selección de edificios de equipamiento realizada por la Fundación Docomomo refleja fielmente el fenómeno más importante ocurrido en la provincia en la segunda mitad del siglo XX: la eclosión del turismo de masas. De los 18 inmuebles seleccionados, siete son hoteles: Málaga Palacio en Málaga; Gran Meliá Don Pepe, Apartamentos Skol y Don Carlos en Marbella; Pez Espada en Torremolinos; Alay en Benalmádena y el ya citado Princess en Estepona. Clásicos de la hostelería en la Costa del Sol que ofrecen un perfil común: líneas rectas y verticales, potentes estructuras de hormigón, ausencia de decoración exterior y voluntad de resaltar sobre el paisaje.

Hoteles racionalistas

«Los hoteles de la Costa siguieron bastante fielmente la línea racionalista», afirma Sebastián del Pino, quien destaca los nombres de Luis Gutiérrez Soto, Manuel Muñoz, Enrique Atencia Molina, Daniel Rubio, Alberto López Polanco o José María Santos Rein como representantes del Movimiento Moderno en la provincia. Mención especial dentro del sector turístico merece la Ciudad de Tiempo Libre de Marbella, ejemplo del modelo de residencias sindicales que se extendió en España durante los años 60 para proporcionar vacaciones asequibles a la clase trabajadora.

La influencia de Le Corbusier y de la Bauhaus, máximas referencias del Movimiento Moderno, se puede observar también en centros educativos -hay cinco incluidos en el registro-, edificios recreativos como el cine Torcal de Antequera, comercios e incluso un templo religioso. Esta última es una tipología de edificio poco tratada por los arquitectos racionalistas, por lo que resulta aún más valiosa la conservación de la iglesia-convento Stella Maris, ubicada en la Alameda Principal.

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