El Ayuntamiento barajó nuevas fórmulas para impedir las casas, pero resultan inviables
La construcción de treinta viviendas dentro de la parcela de Villa Fernanda, en el paseo de Miramar, tiene desde el pasado día 10 de octubre el visto bueno del Ayuntamiento, que ha aprobado el estudio urbanístico para el proyecto por silencio administrativo. Así se recoge en el expediente que se ha incluido en la comisión de Movilidad y Urbanismo que se celebra mañana, con el fin de dar cuenta de esta decisión al pleno municipal de la semana próxima.
En el citado expediente se recoge cómo Urbanismo ha barajado nuevas fórmulas para impedir la construcción de las casas en las zonas de la finca no ocupadas por el jardín catalogado, como permite el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor. Así, se indica que el departamento de Planeamiento emitió el pasado 18 de junio un informe en el que aboga por estimar la alegaciones presentadas en contra del proyecto residencial y revisar el estudio urbanístico aprobado para preservar el conjunto de la finca. Para ello propone la redacción de un plan especial de protección del paisaje, figura recogida en el PGOU.
Esto supondría, según el informe, que se respetarían todos los árboles existentes en el lugar y se establecería como «edificabilidad neta máxima la actualmente existente», por lo que no se podrían construir las viviendas. Además, la propuesta aboga por llevar al Registro de la Propiedad «el carácter de indivisibilidad» de la finca para preservar los espacios libres que existen en ella.
El informe propone dejar en manos del pleno la decisión de formular este plan especial. Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, explicó ayer que esta idea «es casi imposible», ya que implicaría indemnizar a los dueños con derechos edificatorios en otro lugar del ámbito Limonar-La Caleta, donde habría que permitir una altura excesiva.
Al haber transcurrido el plazo reglamentario para aprobar el proyecto residencial sin que se consiguiera que alguna entidad pública se interesara por la adquisición de la finca, éste ha sido aprobado por silencio. De hecho, como adelantó este periódico (SUR 8/10/2008), los propietarios ya han solicitado la licencia de obras.
La construcción de treinta viviendas dentro de la parcela de Villa Fernanda, en el paseo de Miramar, tiene desde el pasado día 10 de octubre el visto bueno del Ayuntamiento, que ha aprobado el estudio urbanístico para el proyecto por silencio administrativo. Así se recoge en el expediente que se ha incluido en la comisión de Movilidad y Urbanismo que se celebra mañana, con el fin de dar cuenta de esta decisión al pleno municipal de la semana próxima.
En el citado expediente se recoge cómo Urbanismo ha barajado nuevas fórmulas para impedir la construcción de las casas en las zonas de la finca no ocupadas por el jardín catalogado, como permite el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor. Así, se indica que el departamento de Planeamiento emitió el pasado 18 de junio un informe en el que aboga por estimar la alegaciones presentadas en contra del proyecto residencial y revisar el estudio urbanístico aprobado para preservar el conjunto de la finca. Para ello propone la redacción de un plan especial de protección del paisaje, figura recogida en el PGOU.
Esto supondría, según el informe, que se respetarían todos los árboles existentes en el lugar y se establecería como «edificabilidad neta máxima la actualmente existente», por lo que no se podrían construir las viviendas. Además, la propuesta aboga por llevar al Registro de la Propiedad «el carácter de indivisibilidad» de la finca para preservar los espacios libres que existen en ella.
El informe propone dejar en manos del pleno la decisión de formular este plan especial. Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, explicó ayer que esta idea «es casi imposible», ya que implicaría indemnizar a los dueños con derechos edificatorios en otro lugar del ámbito Limonar-La Caleta, donde habría que permitir una altura excesiva.
Al haber transcurrido el plazo reglamentario para aprobar el proyecto residencial sin que se consiguiera que alguna entidad pública se interesara por la adquisición de la finca, éste ha sido aprobado por silencio. De hecho, como adelantó este periódico (SUR 8/10/2008), los propietarios ya han solicitado la licencia de obras.
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