La sociedad que impulsaba la obra, integrada por Noriega y Ferrovial, se deshace · La firma cordobesa asume en solitario el proyecto · El coste de la fase previa a la edificación alcanzará los 51 millones de euros
La unión temporal de empresas (UTE) que ha estado impulsando en los últimos meses las obras de construcción de la promoción Colinas del Limonar, la más cara en la histórica de Málaga, se deshace. Fuentes próximas a la operación confirmaron a este periódico que la firmas Noriega y Ferrovial, que llevaban adelante, al 50% cada una, esta intervención residencial en los últimos suelos libres en la zona este de la capital desde hace año y medio acaban de romper su relación tras las desavenencias internas surgidas, producto de los numerosos problemas con los que se está topando el desarrollo de las obras de urbanización del sector, de 617.000 metros cuadrados.
El nuevo escenario que se dibuja tras esta ruptura, que deberá ser aprobada por la junta de compensación, sitúa a la empresa Noriega como promotor en solitario. Y lo hará a través de Noriega Obra Civil, que ya posee el 50% de la sociedad Limonar UTE, y de Noriega Fomento de Obras Extremeñas, S. L., que adquiere la parte de Ferrovial.
Las largas negociaciones mantenidas en los últimos meses, sumadas a la elaboración de un proyecto de urbanización sensiblemente modificado respecto al original, ha hecho que el movimiento de máquinas en la parcela haya sido prácticamente nulo. No obstante, las fuentes consultadas no quisieron relacionar la "ralentización" en los trabajos con la actual crisis del sector de la construcción.
A efectos prácticos, la principal consideración a tener en cuenta es que los plazos de Colinas del Limonar se retrasan y la obra se encarece de manera sustancial. Los nuevos cálculos apuntan a que la urbanización del sector no estará finalizada antes de mayo de 2010, lo que significa un año más de lo inicialmente previsto. En cuanto al presupuesto, previsiblemente, pasará de 35 millones de euros a 51 millones. Este incremento tendrá una repercusión significativa sobre las viviendas que se levantarán en la zona, a modo de unos 435,8 euros por metro cuadrado edificado, con lo que no es descabellado que las casas que se levanten en este enclave tengan un precio que supere, en algunos casos, el millón de euros.
Las fuentes consultadas precisaron que la inmensa mayoría de los cambios que se van a introducir en el plan de urbanización están relacionados con los numerosos errores detectados en el proyecto original, bien por problemas geotécnicos en algunas parcelas, bien por la necesidad de aumentar sustancialmente las acciones a desarrollar en los embovedados de los dos arroyos que pasan por el entorno, el Toquero y el Mayorazgo, entre otros asuntos. "No es que el proyecto estuviese mal hecho, sino que cuando se empiezan las obras es cuando surgen mil problemas", señalaron las fuentes.
Las obras de Colinas del Limonar están envueltas en la polémica desde que fueron plasmadas en los planos. Cabe recordar que ésta no es la primera vez que el proyecto se ve afectado por la marcha de alguna de las firmas vinculadas a su ejecución. A finales de 2005, Unicaja decidió abandonar la sociedad encargada en aquel momento de la urbanización, Unema, y vender a Noriega su participación.
A ello se suma el gigantismo de un proyecto que va a mover en la fase de urbanización el doble de tierra que los trabajos del Metro de Málaga, con unos 3,1 millones de metros cúbicos. Todos los datos vinculados a esta actuación sorprenden por su magnitud. Uno de los escollos con los que se ha topado esta promoción reside justamente en la complejidad del terreno sobre la que se asienta, puesto que existen pendientes que llegan a ser de hasta 45 grados.
Por este motivo, incluso el anterior concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga Juan Ramón Casero expuso sus dudas sobre el proyecto, al tiempo que destinó uno de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo para vigilar "a pie de obra" el desarrollo de los trabajos. Asimismo, el Ayuntamiento exigió también que en las escrituras de propiedad de las viviendas figure la obligatoriedad de los dueños de asumir el mantenimiento de las casas y la urbanización, incluyendo los muros de contención.
A todo ello se suma el hecho de que el proyecto ha incluido la necesidad de embovedar de manera parcial los dos arroyos existentes en su entorno, hecho que provocó las críticas del anterior delegado provincial de Medio Ambiente Ignacio Trillo, quien advirtió de los riesgos de inundación en la zona.
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