Más de 300 personas han pasado desde el jueves por las oficinas donde cuelga el PGOU, entre ellas el Palacio de Ferias. Ningún afectado ha presentado por el momento alegaciones
Aunque lejos de la avalancha que se registró tras su aprobación inicial, cuando los vecinos se acercaron en masa para conocer de primera mano el futuro de la ciudad tras años de desconcierto, de sus barrios y de sus casas, las oficinas municipales vuelven a protagonizar estos días una peregrinación de ciudadanos con ganas de conocer cómo queda el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) tras las modificaciones introducidas por el equipo de gobierno.
Desde el pasado jueves, fecha en que se dio el pistoletazo de salida al periodo de exposición pública del nuevo Plan tras su aprobación provisional, los diez técnicos de Urbanismo destinados a este fin atienden una media de 50 consultas diarias sobre aspectos concretos del documento, de difícil comprensión para los neófitos en la materia. Según explicaron fuentes municipales, en los primeros cuatro días tan sólo la oficina instalada en el Palacio de Congresos, centro neurálgico del urbanismo hasta el 30 de noviembre, ha recibido más de 300 visitas, entre el centenar de personas que accedieron a la sala para empaparse de los planos de la ciudad y concretar sobre el papel cuál es el futuro de su vivienda y las más de 200 que pidieron cita con los técnicos para que obtener información más clara.
Menos movimiento hay en las tenencias de alcaldía de San Pedro Alcántara y Las Chapas, con una media de 20 y de diez personas respectivamente. Detrás de las consultas se esconden, indicaron las mismas fuentes, más especialistas en la materia -urbanistas o abogados- que vecinos de a pie o comunidades de propietarios.
«Se ha notado que vienen menos particulares y, por contra, más abogados y promotores, personas con un perfil más técnico», señalaron las mismas fuentes. Lo que no hay, por el momento, son alegaciones. Hasta el día de ayer aún no se había registrado ningún escrito reclamando un nuevo cambio en el documento que diseña el modelo de ciudad para los próximo ocho años.
Demanda de escritos
«Se necesita tiempo para prepararlas pero lo que sí hay es menos demanda de los escritos tipo para presentar las alegaciones o consultas sobre cómo se tramitan», añadieron las mismas fuentes. De lo que puede deducirse que quizá, en el nuevo periodo de exposición pública, las alegaciones no lleguen ni por asomo a las 8.560 registradas el verano pasado tras la aprobación inicial.
De hecho, el propio equipo de gobierno ya advirtió de que en esta ocasión el equipo redactor tan sólo responderá a las que aludan a las modificaciones incorporadas tras la aprobación inicial y sobre las que se hace la exposición. El resto ni tan siquiera tendrán respuesta al entenderse que se contestaron, ya sea denegando la petición o incorporándola al documento, en el periodo anterior.
Aunque lejos de la avalancha que se registró tras su aprobación inicial, cuando los vecinos se acercaron en masa para conocer de primera mano el futuro de la ciudad tras años de desconcierto, de sus barrios y de sus casas, las oficinas municipales vuelven a protagonizar estos días una peregrinación de ciudadanos con ganas de conocer cómo queda el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) tras las modificaciones introducidas por el equipo de gobierno.
Desde el pasado jueves, fecha en que se dio el pistoletazo de salida al periodo de exposición pública del nuevo Plan tras su aprobación provisional, los diez técnicos de Urbanismo destinados a este fin atienden una media de 50 consultas diarias sobre aspectos concretos del documento, de difícil comprensión para los neófitos en la materia. Según explicaron fuentes municipales, en los primeros cuatro días tan sólo la oficina instalada en el Palacio de Congresos, centro neurálgico del urbanismo hasta el 30 de noviembre, ha recibido más de 300 visitas, entre el centenar de personas que accedieron a la sala para empaparse de los planos de la ciudad y concretar sobre el papel cuál es el futuro de su vivienda y las más de 200 que pidieron cita con los técnicos para que obtener información más clara.
Menos movimiento hay en las tenencias de alcaldía de San Pedro Alcántara y Las Chapas, con una media de 20 y de diez personas respectivamente. Detrás de las consultas se esconden, indicaron las mismas fuentes, más especialistas en la materia -urbanistas o abogados- que vecinos de a pie o comunidades de propietarios.
«Se ha notado que vienen menos particulares y, por contra, más abogados y promotores, personas con un perfil más técnico», señalaron las mismas fuentes. Lo que no hay, por el momento, son alegaciones. Hasta el día de ayer aún no se había registrado ningún escrito reclamando un nuevo cambio en el documento que diseña el modelo de ciudad para los próximo ocho años.
Demanda de escritos
«Se necesita tiempo para prepararlas pero lo que sí hay es menos demanda de los escritos tipo para presentar las alegaciones o consultas sobre cómo se tramitan», añadieron las mismas fuentes. De lo que puede deducirse que quizá, en el nuevo periodo de exposición pública, las alegaciones no lleguen ni por asomo a las 8.560 registradas el verano pasado tras la aprobación inicial.
De hecho, el propio equipo de gobierno ya advirtió de que en esta ocasión el equipo redactor tan sólo responderá a las que aludan a las modificaciones incorporadas tras la aprobación inicial y sobre las que se hace la exposición. El resto ni tan siquiera tendrán respuesta al entenderse que se contestaron, ya sea denegando la petición o incorporándola al documento, en el periodo anterior.
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