jueves, 4 de diciembre de 2008

Un convento de cinco estrellas. Antequera (Málaga Hoy)


Una empresa malagueña abrirá a comienzos de 2009 un hotel de lujo en Antequera tras restaurar una antigua abadía del siglo XVI e invertir más de 20 millones de euros


El lugar es de película. Bajo algunas montañas ahora nevadas, en plena sierra antequerana, se eleva sobre una pequeña cima un antiguo convento del siglo XVI que, a partir del año que viene, pasará a ser el primer hotel de cinco estrellas de la comarca. Es La Magdalena, una abadía que perteneció a los monjes de la Orden de San Pedro Alcántara hace más de 500 años y que, tras la desamortización de Mendizábal en 1836 -a través de la cual se ponían a la venta bienes de órdenes religiosas extinguidas-, se convirtió en un cortijo agrícola.

Junto al convento hay centenares de olivos que durante décadas fueron explotados por agricultores de la zona utilizando el edificio para diversos usos. Por ejemplo, la iglesia era el pajar y en las habitaciones se quedaban a dormir los operarios que recogían las aceitunas. Hasta que hace algo más de tres años un grupo de empresas local, encabezado por los propietarios de la fábrica de conservas Alsur y el hotel Antequera Golf y en el que también participan Cajasur o M-Capital, entre otros, adquirieron el edificio con la intención de crear un complejo hotelero de lujo.

El proceso no ha sido fácil, máxime teniendo en cuenta las exigencias de un hotel de cinco estrellas. Se ha tenido que restaurar todo el edificio, se ha reconstruido la cúpula de la iglesia, se han habilitado las habitaciones... También se ha restaurado un acueducto romano que pasaba junto al convento y se están recuperando pinturas y escritos en blanco y negro hechos por los monjes sobre las paredes que habían sido tapadas con cal por los agricultores a lo largo de los años.

Los últimos trabajos se están realizando en estos momentos, ayer se metieron algunos muebles, y el objetivo es, según Enrique Toro, director de marketing de Antequera Golf, "abrir el hotel a comienzos de 2009 con 21 habitaciones. Todas son suites y una de ellas tendrá una superficie de 200 metros cuadrados".

La iglesia será utilizada para la celebración de eventos como convites de bodas (ya hay varios reservados para el próximo año), conferencias o conciertos, y el complejo también dispondrá de un spa, pistas de pádel, un campo de fútbol, una pista de tenis de tierra batida (la primera de la zona), una zona de paintball o un pequeño campo de golf con nueve hoyos de par 3.

El golf será precisamente una de las grandes locomotoras de este hotel ya que está situado junto al campo de golf de Antequera de 18 hoyos construido por la misma empresa. "Enfocaremos nuestra promoción al golf, pero también al turismo de naturaleza o deportivo, siendo nuestra intención captar tanto a turistas nacionales como extranjeros, para lo que ya estamos hablando con varios touroperadores", explica Toro.

La empresa ha invertido más de 20 de millones de euros en la conversión hotelera del cortijo, una cantidad que será aumentada en los próximos años pues la compañía prevé construir un nuevo edificio anexo -siguiendo la misma estética- que tendrá 60 habitaciones más.

Dicen que los monjes de la Orden de San Pedro Alcántara eran muy austeros hasta el punto de pintar al fresco en blanco y negro para no hacer ostentación. Sin embargo, posiblemente no se podrían resistir a las comodidades del primer cinco estrellas que habrá en Antequera precisamente sobre el suelo del que fue su convento.

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