El suburbano de Sevilla sí plantea cuatro en el entorno metropolitano de la red · La ausencia de estas infraestructuras suma una duda más a los interrogantes ya surgidos
Los proyectos de construcción del Metro no contemplan la ejecución de los tan demandados aparcamientos disuasorios en las cabeceras de las líneas 1 y 2, es decir, en la zona de la Universidad, en el primero de los ramales, y en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, en el segundo. La ausencia de estas infraestructuras suma una duda más a los numerosos interrogantes que desde el inicio de la obra pesan sobre esta actuación.
Fuentes del Gobierno autonómico admitieron la ausencia de estos espacios de aparcamiento en el marco de los proyectos, aunque precisaron que se podría impulsar su ejecución como acciones "complementarias". Un hecho que no se produce en el suburbano de Sevilla, donde la implantación de los estacionamientos en superficie, en los que los usuarios del ferrocarril urbano podrán dejar su coche, formaban parte del proyecto y han sido impulsados al tiempo que las obras en cuatro puntos de la red. Esta circunstancia hace entrever cierta improvisación en el caso de Málaga.
La justificación expuesta por la Junta supone una importante novedad respecto al planteamiento original de la Consejería de Obras Públicas y Transportes. La que fuera titular de este departamento, Concepción Gutiérrez, en julio de 2004, justo al día siguiente de que se adjudicase la obra y explotación comercial de los dos ramales a la unión temporal de empresas (UTE) encabezada por FCC, anunció que la intervención contemplaba incentivar el uso del Metro mediante la construcción de estos aparcamientos disuasorios, que, sin embargo, no están recogidos en los proyectos oficiales.
La trascendencia que se le dio a esta iniciativa fue tal que incluso, en marzo de 2005, se apuntó la posibilidad de habilitar estos aparcamientos antes del inicio de los trabajos del suburbano en la zona de Carretera de Cádiz y el entorno de Teatinos.
De hecho, según la información oficial el único aparcamiento disuasorio previsto se localiza en la zona del arroyo de Totalán, como parte de la línea 3 del suburbano, cuyas obras no podrán iniciarse antes de que concluyan los trabajos de los otros dos ramales, cosa que no ocurrirá antes del año 2014. En este sentido, desde la Administración autonómica se justificó la presencia de este estacionamiento en que se trata de una línea de carácter metropolitano, al extenderse hasta el municipio vecino de Rincón de la Victoria, y recordaron que en el caso del Metro de Sevilla las plataformas destinadas a estacionamiento están situadas en los ámbitos metropolitanos, donde se contemplan más de 1.200 plazas.
Si bien el Gobierno autonómico no descarta llevar a cabo estas infraestructuras, la realidad es que, hasta el momento, no se conocen conversaciones con las administraciones propietarias de las parcelas, bien el Ayuntamiento bien la Universidad, para articular la actuación, ni se sabe precisar la capacidad que tendrán estos parking junto al Marín Carpena y el campus de Teatinos. A ello se suma el hecho de que a día de hoy no se dispone de un plan concreto en el que se defina el modo en que serían explotados estos espacios.
La finalidad de los mismos no es otra que potenciar el uso del Metro facilitando a los ciudadanos, especialmente a aquellos que proceden de municipios de la periferia de la capital, una superficie amplia donde poder dejar su vehículo y desplazarse hasta el centro en el ferrocarril urbano. En la mayoría de las experiencias conocidas en otros países europeos, el bono que se paga para estacionar sirve como billete para hacer el trayecto en el Metro.
En este sentido, la idea sería que el estacionamiento del Martín Carpena beneficiase especialmente a los ciudadanos de las localidades de la zona occidental de la costa, que habitualmente acceden a la urbe en vehículo privado, y el de la Universidad, a los habitantes de la zona del Valle del Guadalhorce, fundamentalmente. Desde el Ayuntamiento, el concejal de Movilidad, Tráfico y Metro, Juan Ramón Casero, dijo no estar "sorprendido" con este hecho, dado que, según recordó, los proyectos previstos no contemplaban estas infraestructuras.
Los proyectos de construcción del Metro no contemplan la ejecución de los tan demandados aparcamientos disuasorios en las cabeceras de las líneas 1 y 2, es decir, en la zona de la Universidad, en el primero de los ramales, y en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, en el segundo. La ausencia de estas infraestructuras suma una duda más a los numerosos interrogantes que desde el inicio de la obra pesan sobre esta actuación.
Fuentes del Gobierno autonómico admitieron la ausencia de estos espacios de aparcamiento en el marco de los proyectos, aunque precisaron que se podría impulsar su ejecución como acciones "complementarias". Un hecho que no se produce en el suburbano de Sevilla, donde la implantación de los estacionamientos en superficie, en los que los usuarios del ferrocarril urbano podrán dejar su coche, formaban parte del proyecto y han sido impulsados al tiempo que las obras en cuatro puntos de la red. Esta circunstancia hace entrever cierta improvisación en el caso de Málaga.
La justificación expuesta por la Junta supone una importante novedad respecto al planteamiento original de la Consejería de Obras Públicas y Transportes. La que fuera titular de este departamento, Concepción Gutiérrez, en julio de 2004, justo al día siguiente de que se adjudicase la obra y explotación comercial de los dos ramales a la unión temporal de empresas (UTE) encabezada por FCC, anunció que la intervención contemplaba incentivar el uso del Metro mediante la construcción de estos aparcamientos disuasorios, que, sin embargo, no están recogidos en los proyectos oficiales.
La trascendencia que se le dio a esta iniciativa fue tal que incluso, en marzo de 2005, se apuntó la posibilidad de habilitar estos aparcamientos antes del inicio de los trabajos del suburbano en la zona de Carretera de Cádiz y el entorno de Teatinos.
De hecho, según la información oficial el único aparcamiento disuasorio previsto se localiza en la zona del arroyo de Totalán, como parte de la línea 3 del suburbano, cuyas obras no podrán iniciarse antes de que concluyan los trabajos de los otros dos ramales, cosa que no ocurrirá antes del año 2014. En este sentido, desde la Administración autonómica se justificó la presencia de este estacionamiento en que se trata de una línea de carácter metropolitano, al extenderse hasta el municipio vecino de Rincón de la Victoria, y recordaron que en el caso del Metro de Sevilla las plataformas destinadas a estacionamiento están situadas en los ámbitos metropolitanos, donde se contemplan más de 1.200 plazas.
Si bien el Gobierno autonómico no descarta llevar a cabo estas infraestructuras, la realidad es que, hasta el momento, no se conocen conversaciones con las administraciones propietarias de las parcelas, bien el Ayuntamiento bien la Universidad, para articular la actuación, ni se sabe precisar la capacidad que tendrán estos parking junto al Marín Carpena y el campus de Teatinos. A ello se suma el hecho de que a día de hoy no se dispone de un plan concreto en el que se defina el modo en que serían explotados estos espacios.
La finalidad de los mismos no es otra que potenciar el uso del Metro facilitando a los ciudadanos, especialmente a aquellos que proceden de municipios de la periferia de la capital, una superficie amplia donde poder dejar su vehículo y desplazarse hasta el centro en el ferrocarril urbano. En la mayoría de las experiencias conocidas en otros países europeos, el bono que se paga para estacionar sirve como billete para hacer el trayecto en el Metro.
En este sentido, la idea sería que el estacionamiento del Martín Carpena beneficiase especialmente a los ciudadanos de las localidades de la zona occidental de la costa, que habitualmente acceden a la urbe en vehículo privado, y el de la Universidad, a los habitantes de la zona del Valle del Guadalhorce, fundamentalmente. Desde el Ayuntamiento, el concejal de Movilidad, Tráfico y Metro, Juan Ramón Casero, dijo no estar "sorprendido" con este hecho, dado que, según recordó, los proyectos previstos no contemplaban estas infraestructuras.
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