martes, 10 de febrero de 2009

La fachada de la iglesia de Santiago recupera el color ocre del siglo XVIII (SUR)

La restauración descubre dibujos que simulan columnas y ménsulas Los trabajos han devuelto a los ventanales su primitiva amplitud


DATOS DEL MONUMENTO
Origen: Fue una de las primeras parroquias que se crearon en Málaga tras la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos. Se fundó el 25 de julio de 1490.
Construcción: Entre 1490 y 1493 se construyó el primer templo, de estilo gótico-mudéjar. De esa época se conserva la torre y el artesonado de madera, oculto por las bóvedas barrocas.
Ampliación: En el siglo XVI, la iglesia fue ampliada y quedó unida a la torre, que inicialmente estuvo exenta del edificio, según algunos estudios. En el siglo XVIII fue cuando se realizaron las bóvedas barrocas y las portadas laterales de la fachada. En ese siglo también se decoró la fachada con pinturas murales.

El Ayuntamiento ha realizado la obra con un coste de 300.000 eurosEl cambio llama la atención a cuantos pasan por la céntrica calle Granada. Casi todos vuelven la cabeza hacia la iglesia de Santiago y miran hacia arriba para comprobar el resultado de la restauración que se ha realizado en los últimos meses para recuperar los dibujos del siglo XVIII, que estaban ocultos por sucesivas capas de cal y pintura. La obra, promovida y financiada por la Oficina de Rehabilitación del Ayuntamiento, ha devuelto a la fachada del monumento el color ocre que le imprimió en aquel siglo la decoración del maestro Felipe de Unzurrúnzaga, arquitecto de los Condes de Buenavista, que también participó en las pinturas externas de otros edificios como la iglesia de San Felipe Neri.
El arquitecto director de la restauración, Pablo Pastor, destacó que lo más interesante ha sido recuperar los elementos de la transformación barroca que el edificio experimentó en el XVIII, más allá de las pinturas. En ese sentido, señaló la modificación de los cuatro ventanales de la fachada, que han recuperado su primitiva amplitud y han dotado al interior de la iglesia de una iluminación natural mayor de la que contaba hasta ahora.
Un antiguo grabado de la calle Granada, una fotografía de los años veinte y los indicios aparecidos durante la rehabilitación han permitido conocer que los vanos no tenían la forma redondeada que presentaban hasta ahora y que pudo darles la reforma realizada en los años 40 por Enrique Atencia, sino un diseño rectangular que proporcionaba más claridad al interior.
La labor efectuada por las empresas Tarma y Alberto Domínguez Blanco, que ha supuesto un desembolso de 300.000 euros para el Consistorio, ha sacado a la luz una arquitectura fingida con pinturas simulando unas columnas que enmarcan las dos puertas por las que se accede a las naves laterales.
Como San Felipe
Además, Pastor comentó que han aparecido más pinturas en la cubierta que contiene la cúpula central del templo y que no se pueden apreciar desde la calle, por la estrechez de las vías que lo rodean. «En este caso son muy parecidas a los dibujos geométricos que se rescataron en los muros de la parroquia de San Felipe Neri», indicó el arquitecto, quien informó de que aún queda un mes de trabajo para que el exterior del monumento presente un aspecto totalmente renovado.
Queda por terminar la culminación de la fachada con una pátina ocre que prolongue el tono que ha aparecido hasta el suelo en las partes en las que los añadidos y reformas han impedido conservar las pinturas del XVIII.
Además, el proyecto de la Oficina de Rehabilitación ha incluido la restauración de las tres portadas de piedra de la fachada y la mejora de las puertas de madera que existen en dos de ellas, ya que la central permanece cegada. Ahora sólo cabe esperar que las pintadas de los vándalos no perjudiquen los resultados de esta intervención.

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