Flores de asfalto (SUR)

La Junta edita una guía para conocer las especies vegetales autóctonas que son más idóneas para repoblar los taludes y las medianas de las carreteras de la provincia

PRINCIPALES ESPECIES
Vegetación predominante según la zona (el catálogo incluye unas 150 especies):
Litoral, zonas urbanas y travesías: Buganvilla, castaño, casuarina, catalpa, acerolo, membrillo, morera, moral, chumbera, varias especies de palmeras, manzano, melocotonero, granado, sauce.
Tejeda-Almijara: Lentisco, retama, encina, zarzaparrilla, escobón, pino.
Antequera: Encina, sabina, agracejo.
Sierra Bermeja: Encina, alcornocal, mirto, madroño, coscoja, brezo, pino, pinsapo.
Guadalhorce y Montes de Málaga: Encina, zarzaparrilla, espino, sabina, alcornoque.
Grazalema-Ronda: Encina, zarzaparrilla, alcornoque, madroño, brezo, aceral, pinsapo, pino, sabina, tomillo, espino.
El mapa divide el territorio por colores en función del paisaje predominante
La vegetación que se planta en los márgenes y las medianas de las carreteras no se escoge al azar. En función de la zona geográfica y del uso que la masa verde tenga es más apropiada una especie u otra. Por ello, las delegaciones de Obras Públicas y Medio Ambiente de la Junta presentaron ayer una guía especializada, con el objetivo de que las empresas que ejecuten la obra conozcan las plantas que deben poner.
En el mapa se divide la provincia en sectores diferenciados por colores en función del tipo de paisaje predominante. En el reverso se añade información extra para la elección de la especie.
Según este documento, en las vías que crucen el entorno de las sierras de Tejeda y Almijara se podrá encontrar lentisco, retama, encinas, zarzaparrillas, escobones y pinos. En Antequera se mezclará el encinar y el sabinar, y en Sierra Bermeja se plantarán alcornoques, mirtos, madroños, brezos, coscojas, pinos negrales, sabinas y hasta pinsapos. A su vez, en el Valle del Guadalhorce y Los Montes de Málaga predominan el encinar, el las sabinas y los alcornoques.
La guía también define las especies ornamentales que se permiten, sobre todo en zonas urbanas como travesías y entradas a núcleos poblacionales. Destacan la buganvilla, la casuarina, la morera, la chumbera, las palmeras, el granado y el sauce, además de frutales como el manzano, el membrillo y el melocotonero.
Las delegadas de Obras Públicas y Medio Ambiente, Dolores Fernández y Remedios Martel, explicaron ayer que con esta información los responsables de las obras podrán diseñar los planes de restauración paisajística más favorables para el entorno. Sobre un total de 150 especies, los técnicos elegirán aquellas que sean más adecuadas, en función de las condiciones climatológicas (clima, temperatura y sequedad) y ambientales (proximidad al mar, contaminación urbana e industrial y altitud).
Para Fernández, los árboles y los arbustos contribuyen positivamente en varios sentidos: absorben parte del dióxido de carbono que emiten los vehículos y mejoran la seguridad en la conducción, ya que evitan destellos, a la vez que disminuyen la erosión de los taludes y embellecen el trazado, con lo que integra la infraestructura en el paisaje.