viernes, 24 de abril de 2009

Edificios más seguros, protegidos y saludables, objetivo del nuevo CTE (La Opinión)

La nueva normativa sustituye a la anterior de 1988. Los ruidos del vecino serán menos molestos y se amortiguarán

I. A. C. MÁLAGA La normativa contra el ruido y la obligación de introducir mejores elementos para aislar las viviendas acústicamente han ido retrasando su entrada en vigor varios meses. Hoy se pone en marcha. A partir de ahora, los pisos nuevos y los que sean rehabilitados deberán triplicar estos revestimientos. Se acabó oír el taconeo nervioso de la vecina de arriba cada mañana, o la cisterna del vecino de al lado, cada noche.
Este decreto ha sido la última puntada que le faltaba al Código Técnico de la Edificación (CTE), es decir, el documento de referencia para los constructores en los próximos años, y que ha sustituido al anterior, que data de 1988. Una vez que entre en vigor, el inquilino que hace fiestas será un poquito menos molesto, pero, sobre todo, se amortiguarán definitivamente los sonidos indeseados dentro de un uso normal y racional del edificio, según indican los expertos. 
El nuevo CTE incrementa los niveles de exigencia para la seguridad estructural, para la seguridad en caso de incendio, para seguridad de utilización, para higiene, salud y protección del medio ambiente y para ahorro de energía. 
Sin ir más lejos, la nueva regulación de las estructuras de edificios va a suponer un refuerzo para el sistema de seguro decenal de daños e implica un importante avance en el proceso de convergencia con la normativa europea. El documento establece también medidas para impedir la propagación de un incendio, tanto interior como exterior al edificio; se facilita la evacuación de ocupantes del edificio en condiciones de seguridad; se prevé la instalación de sistemas de detección, control y extinción; se mejora la intervención de los bomberos y se regula la resistencia al fuego de la estructura. Además, se establecen las condiciones de reacción y resistencia al fuego que deben cumplir los elementos constructivos.
El nuevo CTE se centra también en la prevención y reducción de los riesgos de que se produzcan accidentes en los edificios. En él se regulan los más frecuentes como las caídas por resbalones, los accidentes derivados de una iluminación inadecuada o los accidentes por la presencia de vehículos en movimiento.
También se persigue que los edificios sean más saludables. El documento de salud, higiene y protección del medio ambiente viene a cubrir un ámbito que carecía de suficiente normativa. Así en su sección correspondiente, pretende disminuir el número de problemas de patología por humedad debido al mal diseño constructivo y mantenimiento de suelos, muros enterrados, fachadas y cubiertas. Se establecen medidas que favorecerán el ahorro del agua en los edificios para contribuir al ahorro de ésta mediante el adecuado diseño y cálculo de dichas instalaciones, actualizando la reglamentación preexistente que data del año 1975.

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