lunes, 13 de abril de 2009

El suizo Peter Zumthor gana el Premio Pritzker de Arquitectura. (SUR)

Sus baños termales de Vals, en Suiza, y el Museo Kolumba, en Alemania, son consideradas ya obras maestras.

PETER ZUMTHOR
Nació: En 1943, en Basilea (Suiza)
Estudios: Fue ebanista antes de decirse estudiar Arquitectura en Suiza y Nueva York.
Obra: Sus edificios considerados obras maestras son: los baños termales de Vals, en Suiza, y el Museo Kolumba, en Colonia (Alemania).
El arquitecto suizo Peter Zumthor ha sido galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura 2009, considerado el más prestigioso del mundo. El jurado, compuesto por arquitectos, artistas, escritores, académicos y diseñadores, elogió de su arquitectura la pureza de formas, su modernidad unida al respeto por la cultura local y la primacía de los lugares para los que la creó, de los que suele utilizar materiales autóctonos. El arquitecto declaró que el premio es un «reconocimiento maravilloso» y expresó su deseo de que sirva de motivación a los jóvenes.

Zumthor, cuyos trabajos se reparten por numerosos países, ha proyectado gran variedad de edificios, desde iglesias, museos hasta casas familiares. El jurado ha tenido en cuenta varios de sus edificios ya consideradas por sus colegas como obras maestras de la arquitectura, entre ellos los baños termales de Vals, en Suiza, o el Museo Kolumba, de Colonia (Alemania), situado en el lugar en el que hubo una iglesia gótica destruida en la Segunda Guerra Mundial.

Estudio modesto
Thomas J. Pritzker, director de la fundación estadounidense Hyatt que otorga el premio desde 1979, fue el encargado de dar a conocer ayer el nombre del galardonado de este año, que recibirá cien mil dólares y una medalla de bronce en Buenos Aires (Argentina). La ceremonia de entrega del considerado el Nobel de la arquitectura se realiza cada año en una ciudad distinta.

Zumthor se une así a Jean Nouvel, Frank Gehry y Zaha Hadid, quienes también recibieron el más alto reconocimiento en el mundo de la arquitectura. El arquitecto suizo huye de la celebridad, por ello prefiere trabajar en su pequeño estudio del pueblo suizo de Haldenstein con un equipo reducido, apenas quince personas. Le gusta vigilar todo el proceso de sus proyectos, desde el inicio hasta su finalización. «Soy un arquitecto que me gusta influir en todo el edificio», ha dicho. No sólo en el edificio. El jurado valoró ayer su sensibilidad por «crear lugares que son mucho más que un edificio».

Tras conocer la noticia, el arquitecto declaró que le gustaría que este premio «le diera esperanza a los jóvenes». Manifestó que es un reconocimiento al trabajo de veinte años y animó a los jóvenes a ese objetivo: trabajar por entero en sus proyectos, no limitarse a entregar dibujos de fachadas y edificios.

El galardón fue creado en 1979 por Jay A. Pritzker. Se entrega anualmente a un arquitecto vivo que haya contribuido al enriquecimiento de la Humanidad.

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