lunes, 18 de mayo de 2009

El recorte de las torres de La Térmica afectará al parque previsto en la zona (Málaga Hoy)

Aviación Civil impide que los edificios proyectados tengan 105 metros y reduce la cota a entre 75,5 y 80,5 metros · El PGOU dibuja una zona verde de unos 40.000 metros


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Vista aérea de la playa de La Misericordia y de los terrenos de La Térmica.

El sustancial recorte que Aviación Civil exige para las alturas de las cuatro torres proyectadas en los últimos suelos del litoral oeste de Málaga capital, en los terrenos de Nereo y Torre del Río, no sólo van a tener una incidencia clara sobre el modelo urbanístico en vertical por el que pretendía apostar el equipo de gobierno del PP en el nuevo Plan General de Ordenación Urbanístico, sino también sobre las zonas verdes y parques diseñados en este mismo espacio. La imposibilidad de elevar los edificios obligará a los técnicos encargados de la revisión del planeamiento de la ciudad, de no producirse un cambio de postura por parte del organismo dependiente del Ministerio de Fomento, a repensar de manera drástica la intervención ideada para este entorno.

El efecto inmediato será que los cuatro bloques de mayores dimensiones previstos en la zona tendrán que oscilar entre los 75,5 y los 80,5 metros, frente a los 105 metros contemplados en el documento de planeamiento. Este hecho supondrá que la edificabilidad autorizada en estos suelos, al no poder diseñarse en vertical, tendrá que crecer a lo ancho, ocupando una huella de suelo mucho mayor de la prevista y reduciendo de manera significativa el parque lineal de unos 40.000 metros cuadrados planteado como lugar de esparcimiento.

"La realidad es que de mantenerse la posición actual, se perderá la idea de parque lineal entre el edificio de Diputación y la que será Nueva Acera de la Marina, en los suelos de la Térmica", admitieron fuentes próximas al PGOU, que apostillaron: "Se estropea la actuación en esa zona". Las fuentes consultadas señalaron que a las limitaciones impuestas por Aviación Civil hay que sumar la decisión judicial, marcada en una sentencia del TSJA de marzo de 2007, por la que ha de incrementarse la edificabilidad en buena parte de estos suelos. "Eso ha hecho que tuviésemos que apretarnos mucho el cinturón, hasta el punto de que para darle solución optamos por elevar las alturas de alguno de los bloques", añadieron.

Más allá del efecto sobre el espacio verde, la incidencia simbólica es casi más dura. La intervención diseñada por el equipo redactor en esta zona buscaba modificar el modelo urbanístico que ha imperado en el litoral oeste de la capital en los últimos años, con edificios de escasa altura. "Ahora volveríamos a los bloques tochos, cuando lo que se pretendía era meter en este entorno bloques esbeltos, como los que había dibujado Carlos Ferrater para la empresa Reyal en el sector de Torre del Río", insistieron. "La realidad es que se estropea todo", sentenciaron las fuentes.

Sea con más o menos altura, la realidad es que lo que contempla el Plan General para los suelos de Nereo y Torre del Río es una edificabilidad total de casi 139.000 metros cuadrados. De ellos, en Nereo se prevé la posibilidad de levantar algo más de 300 viviendas de renta libre y otras 130 de protección oficial, a lo que hay que sumar otros 28.500 metros de techo para servicios terciarios. En el caso de Torre del Río, los pisos resultantes serían unos 600.

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