El proyecto estrella para la integración urbana del cercanías a su paso por Arroyo de la Miel lleva bloqueado desde comienzos de año.
Los vecinos de Arroyo de la Miel llevan cinco años oyendo hablar del bulevar ajardinado Antonio Andrade. Sin embargo, a día de hoy, el aspecto de los terrenos ubicados junto a la avenida Medina Azahara que resultaron tras el soterramiento de la línea de cercanías siguen presentando el mismo aspecto que por aquel entonces. El proyecto lleva redactado desde comienzos de años y los 1,2 millones de euros necesarios para su ejecución está garantizados a través de un préstamo del Fondo Financiero del Estado para la Modernización de las Infraestructuras Turísticas (FOMIT).
Pese a ello, el inicio de los trabajos se está haciendo de rogar, o más bien, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que debe dar su visto bueno al proyecto estrella para la integración urbana del cercanías a su paso por Arroyo. «Todo está listo a la espera de que Adif se pronuncie. Cuando eso ocurra, estaremos en disposición de comenzar las obras», asegura el alcalde de Benalmádena, Enrique Moya, quien lleva desde comienzos del verano aguardando una respuesta a la solicitud de una reunión formulada al órgano dependiente del Ministerio de Fomento.
Un encuentro en el que también se tratarán otros asuntos que afectan al municipio y que siguen pendientes, como la propuesta del anterior equipo de gobierno para que Adif cubra el tramo bajo rasante de la vía -entre la estación y el puente de acceso a Tivoli- para aprovechar este espacio para uso ciudadano, o la renovación del vallado de la vía férrea en todo el trazado comprendido en el municipio, y que presenta numerosas deficiencias.
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