Los presupuestos prevén 300.000 euros, cuya finalidad es ampliar el primer informe que está concluyendo el Cedex
El estudio abordará las soluciones técnicas al lecho del Guadalmedina. / SUR
El futuro sobre el Guadalmedina es como el Guadiana, aparece y desaparece del primer plano de la actualidad. Ahora vuelve a ser noticia ya que la Junta de Andalucía ha consignado en sus presupuestos para Málaga de 2010 una partida de 300.000 euros para el estudio definitivo sobre el cauce del río y su integración en la ciudad; un objetivo largamente anhelado y sobre el que se han escrito ríos de tinta desde hace siglos.
En las partidas de la Agencia Andaluza del Agua -organismo dependiente de la Consejería de Medio Ambiente- aparece recogida esta partida que, según fuentes consultadas del Gobierno regional, irá destinada a un informe que ampliará el que actualmente está concluyendo el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex). «Con este dinero queremos visualizar que el proyecto de recuperar el río sigue adelante», añadieron.
Cabe recordar que a finales de noviembre de 2007, el Ayuntamiento, la Junta, la Subdelegación del Gobierno y la Cuenca Mediterránea Andaluza (CMA) acordaron solicitar al Cedex -organismo dependiente del Ministerio de Fomento y especializado en materia hidrológica- un estudio sobre las futuras actuaciones urbanísticas a realizar en el cauce del río. Un informe que ya acumula un destacado retraso, aunque, según las fuentes, próximamente se prevé conocer su contenido.
Este informe del Cedex será sólo un primer avance que servirá como base para el estudio concluyente, al que irán destinado los 300.000 euros del presupuesto andaluz. Cantidad que se ampliará si fuera necesario, según indicaron las fuentes.
Un reto pendiente
La integración en la ciudad del Guadalmedina es un reto pendiente en Málaga desde hace varios siglos. Hace veinticinco años se abrieron unas nuevas expectativas para alcanzar una solución parecida a las que se ha dado en capitales como Valencia. En 1984 culminó la construcción de la presa de El Limonero, acabando con las avenidas que históricamente asolaron la ciudad. Comenzó entonces un largo y tortuoso camino que aún no ha culminado.
En este periodo se han dado pasos adelante y hacia atrás y el asunto se ha convertido en materia de confrontación política e institucional y arma electoral en no pocas ocasiones.
En 2005, el II Plan Estratégico de Málaga apostó por convocar un concurso internacional de ideas para la integración del cauce. Dos años después, cuando se cumplía un siglo de las famosas inundaciones de 1907, las administraciones consensuaron que el Cedex elabore un informe técnico sobre la mejor solución. La revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aboga por convertir el río en el mayor espacio peatonal de la capital. Mientras tanto, el río de la ciudad (significado de Guadalmedina) sigue esperando.
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