lunes, 22 de marzo de 2010

El milagro de las matemáticas en la era del 'Gilismo'. (MALAGAHOY)

Suelos baratos multiplicaban su precio en pocos años

E. M. / MÁLAGA | ACTUALIZADO 22.03.2010 - 01:00
Los negocios del ladrillo en el universo del gilismo más que fáciles fueron milagrosos. Operaciones como las impulsadas por Spanish Learning Friends en Estepona o por Rafly con unas parcelas en el partido Guadalpín muestran cómo el precio de un suelo podía multiplicarse varias veces sin necesidad de mover ni una sola palada de tierra. Sólo papeles.

El informe aportado en julio del año pasado por la Agencia Tributaria indica que Gil, como socio mayoritario, Roca y José Luis Jiménez se hicieron con la mercantil Spanish Learning Friends, una sociedad que presuntamente recibió 270 millones de pesetas de Tomás Olivo coincidiendo con el primer convenio del centro comercial La Cañada.

Spanish Learning Friends compró por 50 millones de pesetas en 1994 al inversor de origen iraní Ali Taefi una finca de 18.000 metros, ubicada en primera línea de playa en Estepona, pero calificada como no urbanizable. Los investigadores sostienen que el presunto pago de Olivo se utilizó para comprar esta finca que, con Jesús Gil Marín en la alcaldía, pasaría a ser urbanizable. En 1998 fue vendida a Inmobiliaria Espacio por 330 millones de pesetas, IVA incluido, generando 280 millones en ganancias que supuestamente fueron repartidos entre los socios atendiendo a su participación en el capital social. Finalizada la operación, Gil y Jiménez transmitieron a Roca su participación en Spanish Learning Friends. Ese mismo año la finca de Estepona volvió a ser vendida a Urbanización Bahía del Velerín por casi 450 millones, proporcionando otros 120 millones de pesetas en plusvalías. En cuatro años la revaloración alcanzaba los 400 millones.

Otra operación aún más significativa data de 1997 y fue la compra, por 2,1 millones de euros, de un crédito al Banco Exterior de España en el que el Ayuntamiento era el deudor y unos terrenos en El Pinillo la garantía hipotecaria. El crédito, finalmente, fue comprado por Benamaina, entidad vinculada al procesado en el caso Malaya Javier Arteche.

Los suelos de El Pinillo habían sido expropiados en 1992 por 500 millones de pesetas y en 1999 el Ayuntamiento se los vendió a Benamaina por 510 millones. Los investigadores sostienen que esta era la forma de "compensar" a Benamaina por haberse convertido en acreedor del Ayuntamiento al hacerse con el crédito del Banco Exterior de España.

Esta operación dio lugar a otra querella de la Fiscalía Anticorrupción y a la apertura de las diligencias previas 3393/2006 en el Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella al entender que se causó un perjuicio valorado en tres millones de euros al Ayuntamiento de Marbella.

Benamaina vendió poco después las fincas a Expo-An por 680 millones de pesetas y sólo ocho meses después fueron compradas por Abaco por 2.900 millones de pesetas (17,4 millones de euros). En junio de 2003 se produjo otra operación de venta. En este último caso Imrama Gestiones pagó 29,4 millones de euros. Es decir, aquel suelo que el Ayuntamiento vendió por 3 millones en 1999, costaba cuatro años después 26,3 millones más.

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