El Gobierno central ha detectado problemas de corrosión en la estructura y retirará definitivamente este símbolo del gilismo
26.03.2010 -
Vista del arco de San Pedro Alcántara, al que ya se le han retirado dos letras y que será totalmente desmantelado por Fomento. :: JOSELE-LANZA
Lleva en pie casi dos décadas. Sin despeinarse. Lo más por la suciedad acumulada en las letras, antes de un blanco inmaculado, pero siempre erguido. El arco de San Pedro Alcántara, que junto con el de Marbella da la bienvenida a los visitantes a la ciudad según se acerquen por el oeste y por el este, forma parte del horizonte y es uno los rincones más inmortalizado por los turistas, con permiso de los yates y los coches de alta gama de Puerto Banús. Ni la legión de detractores que saludaron con quejas su inauguración ni las denuncias del entonces Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y del Gobierno Civil lograron frenar los planes del desaparecido Jesús Gil. En 1992 ponía de largo sin ningún tipo de permisos -marca de la casa- la imponente estructura en la que se gastó 125 millones de euros. 18 años después, este icono del llamado Programa GIL tiene los días contados.
Las obras del soterramiento de la autovía A-7 A su paso por San Pedro han puesto en el punto de mira al famoso arco, levantado placa sobre placa sobre una estructura metálica. Aunque inicialmente no estaba en los planes del Ministerio de Fomento alterar el paisaje más que con la construcción de un túnel de un kilómetro, finalmente los técnicos echaron un ojo a la infraestructura para verificar su estado, que ha resultado ser peor de lo que aparentaba. La conclusión: Se desmontará definitivamente para garantizar la seguridad de los conductores. El objetivo, según confirmaron a este periódico fuentes del ministerio, es evitar que alguno de sus elementos pueda venirse abajo y caer sobre los vehículos que circulan por la carretera.
El propio Gobierno central informó al Ayuntamiento de la medida hace apenas dos semanas. En la misiva se alude a que la estructura metálica principal presenta problemas de corrosión que pueden afectar a su estabilidad a medio plazo por la falta de mantenimiento. No tiene mejor color el armazón secundario, sobre el que se asientan las planchas blancas que dan forma al arco y a las letras. En este caso, el Ministerio de Fomento habla también de un elevado deterioro por la corrosión existente.
«Grave riesgo»
A juicio de los técnicos que han elaborado el informe, hay un «grave riesgo» para los usuarios de la autovía, que actualmente no circulan bajo su sombra. Debido a los trabajos para deprimir la A-7 en la localidad, el tráfico se desviará hasta el próximo verano por lo que se conoce como variante sur. Precisamente, aprovechando que el asfalto está despejado, Fomento ha dado el pistoletazo de salida al desmontaje. De momento lo único perceptible es que Marbella ha perdido dos letras, la 'e' y la 'll'.
Se desconocen los plazos para que el arco pase definitivamente a la historia, ya que la medida esta rodeada de cierto hermetismo. Pese a que son la herencia de una etapa de la que se empieza a pasar página, ambos arcos tienen un indudable valor sentimental para muchos vecinos tras casi dos décadas erguidos sobre la calzada. Desde Fomento recuerdan, con todo, que la estructura de San Pedro nunca contó con la autorización del Gobierno central. Aún así, durante 18 años ha cobijado a una media de 65.000 vehículos al día.
La situación del que da la bienvenida a Marbella por la zona este es distinta. Su emplazamiento afecta únicamente a terrenos municipales en las inmediaciones de la desembocadura de arroyo Segundo, sobre lo que antaño fue la carretera nacional 340, hoy una gran avenida. La incógnita que se abre ahora es saber en qué estado se encuentra esta instalación, incluso unos meses más antigua que la de San Pedro Alcántara, y que únicamente se sometió a una limpieza concienzuda con agua a presión tras las elecciones municipales, cuando el PP se hizo con el gobierno local.
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