viernes, 30 de abril de 2010

"El atardecer en los Baños del Carmen es un poema visual" (Málaga Hoy)

Amante de la singularidad, Diego Santos encuentra refugio en su actividad creadora a la que se entrega desde hace más de 30 años. Pero cuando las cuatro paredes se expanden, este creador incansable busca sosiego en rincones como los Baños del Carmen, un espacio único en la ciudad donde contemplar "los mejores atardeceres de Málaga", sentencia.

Los recuerdos de su infancia y adolescencia están asociados a este enclave, ejemplo de arquitectura de la decadencia que antaño fue también punto de encuentro de artistas e intelectuales. Junto al paseo marítimo que lleva del centro a Pedregalejo, Santos recuerda haber disfrutado de exposiciones, cumpleaños, bailes, conciertos al aire libre como los de Javier Ojeda y hasta pases de moda. "Me lo imagino lleno de celosías, mobiliario de mimbre y una decoración años veinte al estilo art decó", comenta. De aquella efervescencia apena quedan eventos puntuales junto a su devastado malecón y una atmósfera bohemia de la que malagueños como Santos aún disfrutan. "Suelo ir caminando por el paseo desde el centro y tomarme una cervecita para ver la puesta de sol", añade.

Cuando se dispone a echar mano de la memoria colectiva Santos rescata esa Málaga del siglo XIX cuando los Baños del Carmen era un auténtico balneario con sus casetas a modo de vestuarios y con zonas diferenciadas para hombres y mujeres.

Al artista le gusta calificar este enclave al borde del mar de instrumento para la inspiración "y metáfora de Málaga", apunta. De ahí que lamente su deterioro y desidia a la hora de iniciar su conservación. "Es una pena el estado en el que se encuentra. Tendría que ser un sitio de referencia. Se habla mucho de su restauración pero todavía no se ha hecho nada".

Puestos a sugerir una opción viable, a Santos le gustaría que no se convirtiera en un destino más para el turismo y la masificación. "Lo importante es que se recupere su arquitectura, esas columnas de mármol y que se le dé un uso ciudadano y público, que tenga vida", matiza.

Para muchos la postal que devuelve los Baños del Carmen re mite a esa Habana Vieja a punto de quebrarse. Para Santos, además, los interiores de este recodo de una marítima soñada se asemejan a "la Costa de Niza o Cannes" con ese "toque francés", considera.

En 1987 Diego Santos promovió la publicación del libro El estilo del relax, un catálogo de imágenes realizadas por Carlos Canal con textos de Juan Antonio Ramírez y editado por el Colegio de Arquitectos en Málaga (del que en junio el Omau sacará una edición ampliada). En él se definía por primera vez el diseño arquitectónico de los años 50 y 60 en la Costa del Sol. Aquellas construcciones ideadas para el disfrute podrían ser, en opinión de Santos, la secuela de espacios precedentes como Los Baños del Carmen. "Es lo que se produce antes del boom turístico", sostiene.

El futuro incierto de este paraje privilegiado pasa por un proyecto de regeneración bloqueado en la Dirección General de Costas desde hace dos años. Como ciudadano, Santos teme "que se acabe manipulando, pierda su encanto y le quiten el alma". Contemplar desde aquí la puesta de sol viene a ser una suerte de "poema visual", concluye.

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