jueves, 22 de abril de 2010

MALAGA. Colinas del Limonar vuelve a latir. (MALAGAHOY)

Los trabajos se retoman tras meses aletargados en los últimos suelos libres de la zona este de la ciudad · Es una de las pocas promociones en marcha en plena crisis · La urbanización acogerá un millar de casas

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 22.04.2010 - 01:00
Los motores vuelven a rugir en Colinas del Limonar. La que previsiblemente será en no pocos años la mayor y más cara actuación inmobiliaria de la capital de la Costa del Sol se vuelve a ver salpicada de máquinas y camiones deambulando sobre el sector y dando forma a los trabajos de urbanización, cuyo coste económico ascenderá a unos 46 millones de euros, muy por debajo de los más de 65 millones que llegó a rondar. Y ello en un escenario económico marcado por las sombras y en el que la industria del ladrillo se encuentra absolutamente atascada. De hecho, según admiten los responsables de este proyecto, la de Colinas es probablemente la única promoción de carácter privado que está en marcha en este momento en la ciudad.

El calendario que en este momento está sobre la mesa apunta a la culminación de la fase de urbanización, que en este momento roza el 50% de ejecución, a lo largo del año 2012. En paralelo a esta etapa de los trabajos está previsto que puedan impulsarse las primeras edificaciones, aunque ello dependerá de la situación económica. "Teníamos la idea de poner en marcha un primer bloque de viviendas este mismo año, pero no es fácil que al final lo hagamos", explica Alfonso Carlos Gutiérrez de Ravé, delegado de la promotor Noriega en Málaga.

El producto que finalmente verá la luz variará respecto a las previsiones iniciales de los promotores del sector. En especial en lo relativo al producto residencial propuesto. Problemas geotécnicos y el paso de un arroyo por varias parcelas del sector obligaron a tramitar una modificación de elementos que trajo consigo la reducción del número de viviendas unifamiliares, que pasó de 292 a 238. A este primer cambio se suma la tramitación de un segundo, que se encuentra a falta de ser aprobado por la Gerencia de Urbanismo, que traería consigo una nueva rebaja en estas pretensiones, quedando fijada en 174 las viviendas unifamiliares finalmente planteadas. Esta medida traería consigo también un aumento de las zonas verdes de unos 30.000 metros cuadrados.

Esta última decisión, según expusieron responsables de la iniciativa, busca minimizar el impacto visual que la ejecución de esta parte de la promoción suponía, dado que exigía de la construcción de un número importante de muros de contención de grandes dimensiones. En este sentido, las fuentes apuntaron que se quiere evitar que cualquiera que camine por calle La Era, al mirar hacia la urbanización, se tope con una pantalla de unos 70 metros.

De salir adelante esta alteración, ganarían en presencia las viviendas plurifamiliares, que podrían alcanzar las 800 unidades. No obstante, la propuesta arquitectónica prevista para estos bloques es la planta baja más dos alturas, con escasa incidencia visual. "No parece que dada la localización la idea sea hacer pequeños apartamentos, sino más bien viviendas amplias", comentaron.

Estos son sólo algunos de los constantes vaivenes que ha sufrido el proyecto de Colinas desde que se pusiese en marcha allá por el año 2005, aunque el mismo ya venía contemplado en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) aprobado en 1997. Tras ser puesta en marcha originalmente por Unema, la operación fue adquirida por Noriega y Ferrovial, alianza empresarial que se deshizo a finales de 2008. Fue Noriega la que optó por asumir en solitario la intervención, hasta el día de hoy. Esa situación hizo que el proyecto se aletargase en el tiempo, hasta que hace unas semanas la maquinaria volvió a ponerse en marcha.

"Estamos intentando por todos los medios seguir flotando", dijo el responsable de Noriega, quien admitió que la situación en el momento actual es "complicada". "Estamos dando pasos adelante para que vaya saliendo; se está haciendo mucho esfuerzo", apostilló. Gutiérrez Ravé apuntó que si bien aún no está definido, el coste de edificación de las futuras viviendas ascenderá a unos mil euros por metro cuadrado, valor al que hay que sumar la repercusión del coste de los terrenos, por el que se pagó una gran cantidad, y de urbanización.

A pesar de que todo ello dará lugar a un producto inmobiliario caro, existe demanda. Así lo dijo el delegado de Noriega, que aludió a la existencia de unas 700 personas que piden información sobre la actuación. Muestra de la dimensión de la obra es que se trata de un sector de 620.000 metros cuadrados, donde se ejecutarán casi 200.000 metros cuadrados de zonas verdes y nueve kilómetros de viales. A eso se suma que la urbanización ha obligado a realizar un desmonte de más de tres millones de metros cúbicos de tierra.

1 comentario:

  1. Que asco de políticos. Destrozar un monte que era un auténtico santuario de aves y anfibios, ahora convertido en escombrera y luego en residencias para millonarios. Este es el modelo de desarrollo urbanístico que nos venden nuestros gobernantes. Esta es la ciudad que llamaban antes Málaga la bella pero que ya dejó de ser bella por culpa de los políticos y empresarios. Esta es la ciudad desarrollada y respetuosa con el medio ambiente que quieren vender a los turistas. Que hipocresía.

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