La presa se levantará por debajo de la actual, más al sur de Río Verde, y permitirá duplicar la actual capacidad de agua del pantano
15.05.2010 -
La Concepción se vio obligada a desaguar este invierno. :: JOSELE-LANZA
La presa de la Concepción estaba obligada a crecer, pero hasta ayer se desconocía hacia dónde. Lo hará hacia el sur, con la construcción de un nuevo embalse, según adelantó ayer la Junta de Andalucía, que finalmente ha descartado la alternativa de agrandar el muro del actual pantano y ha optado por levantar otra infraestructura para incrementar la capacidad de agua almacenada.
El anunció corrió a cargo del consejero de Medio Ambiente del Gobierno autonómico, José Juan Díaz Trillo, que explicó que se ha adoptado esta decisión al considerar que es «medioambientalmente más sostenible y adecuada». La Agencia Andaluza del Agua, competente en materia hídrica, ya había dado pistas en los últimos tiempos de que la edificación de una nueva presa constituía la opción más viable. «Es la solución técnica oportuna», señaló Díaz Trillo, que indicó que la construcción de la nueva instalación permitirá duplicar la capacidad actual de embalse, que se sitúa en 56 hectómetros cúbicos de agua.
El consejero, eso sí, no se aventuró a ofrecer cifras económicas, puesto que, a su juicio, sería «precipitado» hablar de la inversión que supondrá la construcción de la presa. Tampoco aportó ninguna referencia en cuanto a los plazos de ejecución de la obra, aunque sí afirmó que, una vez que se ha tomado la «importante» decisión de levantar la nueva infraestructura, ahora se encargarán los estudios sobre el proyecto «cuanto antes».
El futuro embalse, según señaló el responsable andaluz de Medio Ambiente, estará situado «aguas abajo» del pantano de La Concepción, entre los municipios de Marbella e Istán. La actual presa se ubica al sur de Río Verde y la nueva instalación hídrica bajará aún más hacia el mar.
Escasas dimensiones
La Concepción, con casi cuatro décadas a sus espaldas, se quedó pequeña hace lustros. Sus 56 hectómetros cúbicos de capacidad son insuficientes para satisfacer a la población de la Costa del Sol, que, al contrario que el embalse, se ha incrementado de forma imparable con el paso de los años. La presa, una de las más pequeñas de la provincia, necesita por ello del auxilio de la planta desalinizadora. Y de la lluvia. Todo el agua del pantano se esfumaría en el caso de que durante ocho meses no hubiera precipitaciones.
Paradójicamente, la lluvia también ahoga al pantano. Como consecuencia de sus escasas dimensiones, el embalse se ve obligado a vivir pendiente del cielo en ambos sentidos. Ante la necesidad de agua y ante el exceso de ella. Las precipitaciones caídas a lo largo de este invierno forzaron una vez más a la presa de La Concepción a abrir sus compuertas en varias ocasiones para aliviar agua ante el riesgo de desborde. El embalse arrojó al mar una cantidad similar al consumo de agua de la Costa del Sol en varios meses.
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