lunes, 31 de enero de 2011

"Nunca vamos a cobrar de la promotora el dinero de un piso que no nos han dado"(Málaga Hoy)

Macías, letrado experto en temas inmobiliarios con despacho en Marbella, destaca que la única forma de recuperar la inversión dada por pérdida es denunciar a los bancos o a las compañías de seguro

ÁNGEL RECIO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 31.01.2011 - 01:00
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Es abogado, trabaja en Marbella y acaba de publicar un libro que se llama Compradores incautos de viviendas nuevas. Soluciones Prácticas, un tema de la máxima actualidad teniendo en cuenta las miles de irregularidades urbanísticas detectadas en toda la Costa del Sol durante estos años.

-El título de su libro viene al pelo. Y más en Marbella.

-Sí, precisamente por eso lo he escrito. Llevo 10 años especializado en defender a compradores de viviendas en promociones fracasadas, es decir, en promociones de viviendas que ni siquiera se han empezado a pesar de que se pagó anticipadamente una buena parte del precio, promociones abandonadas por falta de financiación, temas de malos acabados, malas calidades, problemas con licencias de primera ocupación, con los suministros... Últimamente estamos viendo que muchas personas compraron una vivienda y ahora no la pueden pagar porque sus situaciones personales han cambiado por la crisis.

-En todos esos casos hay muchas familias que han pagado, por ejemplo, 50.000 euros y no tienen ni casa ni dinero. ¿Qué se puede hacer?

-Lo que hay que hacer es denunciar el incumplimiento del contrato y reclamarle los fondos a la promotora. La promotora no suele pagar nunca. Normalmente porque no quiere, pero además las promotoras inmobiliarias son por la naturaleza de su negocio habitualmente insolventes. Entonces no queda más remedio que ir a juicio y demandar también a la entidad bancaria o la compañía de seguros que haya garantizado los fondos de esa promoción si es que existe, porque el 50% de las promociones inmobiliarias no ofrecen esas garantías a pesar de que están exigidas por ley.

-¿Qué se puede hacer si no hay garantías?

-En ese caso hay que demandar al banco que haya financiado la promoción porque tenía que haber exigido esas garantías antes de permitir el uso de los fondos.

-Entiendo entonces que, por un lado u otro, se puede conseguir el dinero en principio perdido.

-Sí, sí. La opción de demandar al banco es una línea todavía bastante novedosa. Hay pocas sentencias pero cada vez hay más.

-Habrá sido usted testigo directo de un boom de demandas en la Costa del Sol por estos asuntos.

-Está habiendo muchísimos casos. Las promociones que se estaban construyendo se han encontrado con muchos problemas financieros y muchas se han parado. También ha habido casos de licencias de obras que se concedieron a la ligera y que ahora, ante la persecución de la corrupción urbanística, los propios ayuntamientos están revocando esas licencias o revisándolas. Esto está pasando sobre todo en la zona de la Axarquía.

-¿Cuánto tiempo pasa desde que el comprador pone la denuncia hasta que se dicta sentencia?

-Una sentencia se puede tener en ocho meses, aunque este plazo se está retrasando porque los juzgados tienen cada vez más carga de trabajo, por lo que estamos llegando al año. De todas formas, se tarde mucho o poco, lo que hay que tener en cuenta es que la única vía de recuperar el dinero invertido. O vamos por el camino judicial o ninguno, porque recuperar el dinero de la promotora es prácticamente imposible. Si esperamos cobrar de la promotora, no vamos a cobrar nunca. La única forma es hacer responsable al banco o a un seguro. Si se va solo contra la promotora, ésta puede tener 10 viviendas sin vender con una carga hipotecaria. Si eso se embarga y se intenta subastar por vía judicial probablemente no va a haber postores.

-¿Se han dado casos de personas que hayan comprado un inmueble, no le hayan dado la escritura, se haya embargado y el banco lo haya vendido a otra persona?

-No se está dando todavía o por lo menos yo no he visto ninguno porque efectivamente los bancos están embargando viviendas y quedándose con ellas pero tienen muy difícil venderlas. De todas formas, es posible que se planteen estos casos en poco tiempo.

-¿Qué caso le ha llamado más la atención?

-Mis clientes son siempre personas muy enfadadas o muy asustadas. Recuerdo una promoción en Almogía que tenía veintitantos compradores, sin garantía de ninguna clase y daban el dinero absolutamente por perdido. Recuerdo una reunión tumultuosa en Fuengirola con todos chillando y preguntando qué íbamos a hacer. Al final todo el mundo recuperó su dinero, aunque necesitamos casi un año.

-¿Qué le recomendaría usted a alguien que quiera comprar un piso en estos momentos?

-Lo primero que recomendaría es que cuando están comprando vivienda sobre plano sean conscientes de que están comprando algo que no existe todavía y que no hay ninguna garantía de que eso vaya a existir. Por muy bien hecho que esté el contrato nadie garantiza que las obras vayan a llegar a buen fin. Hay un riesgo. A partir de ahí recomiendo que se gasten 200 euros en un abogado para que, al menos, mire los papeles y les diga qué falta o qué hay que pedir. Es mejor gastarse esos 200 euros anticipadamente que tener luego un pleito y gastarse 4.000 euros.

-¿Y en el caso de viviendas ya terminadas?

-Es más seguro porque compras ladrillos que existen. Puede haber otros problemas, como que la vivienda no pertenezca a la persona que te la ha vendido, que tenga cargas de las que nadie le informó, que tenga defectos de construcción.

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