La instalación de los paneles, que serán translúcidos, comenzará por los establecimientos de la Bolsa, Strachan, las Flores y Uncibay
22.02.2011 -
La creciente oferta de hostelería en el Centro come cada vez más terreno, especialmente en las vías peatonales, hasta el punto de que la Asociación de Vecinos presentó a finales del pasado año ante el Ayuntamiento de la capital un informe en el que denunciaba que una veintena de calles ya eran prácticamente intransitables por el exceso de mesas y sillas. (Ver la edición de SUR del 15 de noviembre).
Para evitar esta situación el Área de Comercio, en colaboración con los establecimientos, ha lanzado los llamados planes de aprovechamiento. La idea es acotar el espacio que cada bar o restaurante tiene en el exterior, mediante mamparas laterales y frontales, que hasta ahora no estaban permitidas. Tendrán una altura de 1,30 metros y estarán fabricadas de un material translúcido, como cristal o metacrilato. Los de la misma zona deberán compartir el modelo, forma y color, para dar una imagen homogénea, como explica la concejala de Comercio, Purificación Pineda. La medida ya se está aplicando en ciudades como Madrid.
En cambio, la base fija tendrá espacio para albergar el nombre del establecimiento y el logo, así como elementos ornamentales, como jardineras. Esta será fija y estará anclada al suelo, aunque con un mecanismo para que su retirada sea fácil en caso de necesitarlo, por el paso de procesiones, la Cabalgata de Reyes u otros motivos. La parte superior, la hoja traslúcida, sí se podrá retirar y almacenar en el interior del local para evitar actos vandálicos.
De esta manera se podrá garantizar el paso de peatones sin obstáculos, la entrada de los vecinos en sus casas y de los clientes en los comercios, así como el tránsito de vehículos de emergencia, que deben poder acceder por calles en las que ahora es prácticamente imposible. Al tiempo, esta medida permitirá mejorar la seguridad, dificultará los tirones y reducirá la mendicidad. También la limpieza, al evitar que los papeles y desperdicios salgan de la zona acotada, de cuyo mantenimiento se ocupará cada empresario. Aunque todavía no está desarrollada, la idea es que los hosteleros también tengan la posibilidad de dotar a estos recintos con tarimas de madera, para darles mayor calidad.
La idea es intervenir en todas las calles comerciales del Centro y posteriormente se extenderá a los barrios. El plan más adelantado es el de la calle de la Bolsa, donde se implantará en breve. «Los hosteleros lo están firmando ya y solo falta elegir el modelo de separador», comenta. En este caso, se ha establecido un espacio útil de 1,5 metros desde la fachada al centro de la calle, que es aprovechable incluso en zonas donde antes estaba vetado, como la entrada principal al negocio.
De esta manera, se amplía la superficie para colocar mesas y sillas, -siempre dentro de los márgenes del propio local- y se deja un pasillo de tres metros de anchura a modo de carril central. La titular de Comercio afirma que la mayoría de los establecimientos han aumentado su capacidad. Otra calle cuyo diseño está avanzado es Santa María, donde se ha previsto que la ocupación se traslade a sitios donde no moleste, como la trasera del palacio del Obispo.
En Uncibay se podrá ocupar un 42% de la superficie disponible. Lo curioso es que se habilitarán terrazas en el centro de la plaza para bares que lo han solicitado y que ahora no tenían esa oportunidad, como los situados en los laterales por donde todavía circulan coches, de entrada y salida hacia el 'parking'.
Algo similar ocurrirá en la plaza de las Flores, con la creación de isletas de mesas y sillas para los locales que no pueden tenerla frente a su fachada. Para compatibilizar con los comercios, las terrazas del lateral oeste tendrán que dejar un paso expedito de tres metros, mientras que en el lateral este será de solo 1,5 metros. «Mas de la mitad de la plaza quedará libre porque no queremos que sea una inmensa terraza», asegura.
Negociación local por local
En cuanto a la calle Sánchez Pastor, el principal punto de desacuerdo con los hosteleros es la demanda del Área de Seguridad de dejar un paso para vehículos de emergencia, que ahora resulta imposible. En las próximas semanas la iniciativa se extenderá también a la calle Alcazabilla y a la plaza de la Merced, que están en obras y donde Comercio espera llegar a un acuerdo sobre las zonas acotadas al aire libre para empezar a trabajar desde el primer momento en que finalicen los trabajos.
Los planes de aprovechamiento suponen un cambio de estrategia del Área de Comercio para ordenar la ocupación de la vía pública. Frente a la generalidad de la ordenanza, que se ha demostrado poco práctica y que será modificada, ahora se trata de hacer propuestas individualizadas, calle a calle y comercio a comercio. «Vamos físicamente a la vía, se levanta topográficamente y se hacen fotos para conocer la situación real». Luego, se añade la información proporcionada por otras áreas municipales, como el de Seguridad.
Todo ello se plasma en el plan de aprovechamiento, que se lleva a una reunión con los hosteleros de cada vía para consensuar las dimensiones y ubicaciones y recoger sus sugerencias. Finalmente, hosteleros y Ayuntamiento firman un protocolo por el que se comprometen a no pasarse de su sitio.
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