El estudio económico apunta una posible subvención municipal a la infraestructura o al billete si la demanda anual está por debajo de la cifra de los 700.000 viajeros
S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 10.10.2011 - 01:00
El Ayuntamiento de Málaga podría verse en la obligación de poner dinero de las arcas municipales para financiar parte del funicular a Gibralfaro. Si bien la iniciativa fue vendida por el alcalde, Francisco de la Torre, como un proyecto de carácter privado, el estudio de viabilidad técnico-económica para su construcción y explotación prevé que el Consistorio tenga que subvencionar parte de la infraestructura o de los billetes en caso de que el número de usuarios que utilicen este mecanismo sea inferior al inicialmente contemplado.
El documento, que forma parte del anteproyecto, sometido a información pública en este momento, establece en 700.000 los viajeros necesarios anuales para que no sea necesaria la aportación municipal, fijando un billete de 2 euros por pasajero. Sin embargo, esta demanda potencial está muy por encima del dato que De la Torre ofreció el pasado mes de agosto, cuando cifró en 500.000 las personas que podría transportar el funicular en un año.
De confirmarse este parámetro, según los análisis económicos, el Ayuntamiento tendría que pagar parte del coste de la infraestructura o subvencionar el billete para que el valor del mismo no sea excesivamente elevado, convirtiéndose en un elemento disuasorio para la utilización del funicular. En este sentido, los técnicos responsables del informe ponen un ejemplo claro: tomando como referencia el mantener una tasa interna de rentabilidad (TIR) del 4%, y rebajando a 650.000 los viajeros anuales, "la subvención inicial debería ser del 12,3% de la inversión", dato que aumentaría conforme disminuya los usuarios.
Por ello, el informe subraya que es precisamente la demanda de viajeros "el factor crítico más decisivo", si bien destacan el peso de Málaga como ciudad receptora de turistas y, en especial de cruceristas, cuya presencia en los últimos tiempos se ha disparado un 33,2%. Cabe resaltar, no obstante, que los antes mencionados 700.000 usuarios anuales supondrían unos 400.000 más de los que el pasado ejercicio visitaron el Castillo de Gibralfaro.
Los datos marcados en el anteproyecto elevan el presupuesto del proyecto a poco más de 20 millones de euros, si bien 19,9 millones sería el precio de licitación para el concurso, a los que sumar otros 168.764 euros correspondientes a posibles tareas de conservación del patrimonio histórico. La parte de la actuación que más dinero requeriría sería el de la superestructura e instalaciones, con casi seis millones, seguida de la infraestructura de los túneles, con 4,7 millones y las dos estaciones contempladas en el recorrido (una junto al túnel de la Alcazaba y la otra en el Castillo de Gibralfaro), con dos millones más.
El funicular a Gibralfaro, planteado por vez primera por el Ayuntamiento en 2003, busca convertirse en un nuevo atractivo turístico de la ciudad, así como una alternativa al uso masivo que se hace de vehículo privado para subir a la zona del castillo. Las previsiones apuntan a que esta infraestructura, con 601 metros de longitud, pueda recorrer la distancia en un minuto y cuarenta segundos, a una velocidad máxima de 21,6 kilómetros.
El documento, que forma parte del anteproyecto, sometido a información pública en este momento, establece en 700.000 los viajeros necesarios anuales para que no sea necesaria la aportación municipal, fijando un billete de 2 euros por pasajero. Sin embargo, esta demanda potencial está muy por encima del dato que De la Torre ofreció el pasado mes de agosto, cuando cifró en 500.000 las personas que podría transportar el funicular en un año.
De confirmarse este parámetro, según los análisis económicos, el Ayuntamiento tendría que pagar parte del coste de la infraestructura o subvencionar el billete para que el valor del mismo no sea excesivamente elevado, convirtiéndose en un elemento disuasorio para la utilización del funicular. En este sentido, los técnicos responsables del informe ponen un ejemplo claro: tomando como referencia el mantener una tasa interna de rentabilidad (TIR) del 4%, y rebajando a 650.000 los viajeros anuales, "la subvención inicial debería ser del 12,3% de la inversión", dato que aumentaría conforme disminuya los usuarios.
Por ello, el informe subraya que es precisamente la demanda de viajeros "el factor crítico más decisivo", si bien destacan el peso de Málaga como ciudad receptora de turistas y, en especial de cruceristas, cuya presencia en los últimos tiempos se ha disparado un 33,2%. Cabe resaltar, no obstante, que los antes mencionados 700.000 usuarios anuales supondrían unos 400.000 más de los que el pasado ejercicio visitaron el Castillo de Gibralfaro.
Los datos marcados en el anteproyecto elevan el presupuesto del proyecto a poco más de 20 millones de euros, si bien 19,9 millones sería el precio de licitación para el concurso, a los que sumar otros 168.764 euros correspondientes a posibles tareas de conservación del patrimonio histórico. La parte de la actuación que más dinero requeriría sería el de la superestructura e instalaciones, con casi seis millones, seguida de la infraestructura de los túneles, con 4,7 millones y las dos estaciones contempladas en el recorrido (una junto al túnel de la Alcazaba y la otra en el Castillo de Gibralfaro), con dos millones más.
El funicular a Gibralfaro, planteado por vez primera por el Ayuntamiento en 2003, busca convertirse en un nuevo atractivo turístico de la ciudad, así como una alternativa al uso masivo que se hace de vehículo privado para subir a la zona del castillo. Las previsiones apuntan a que esta infraestructura, con 601 metros de longitud, pueda recorrer la distancia en un minuto y cuarenta segundos, a una velocidad máxima de 21,6 kilómetros.
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