Operarios empezaron ayer a retirar las neveras y congeladores de los puestos como paso previo al inicio de las obras de demolición Arrancan los trabajos para desmantelar el mercado provisional de Camas
Desde que cerró sus puertas en mayo de 2010 han sido varias las ocasiones en las que los vecinos han notado cierto movimiento en el interior del mercado provisional de la calle Camas. Ayer volvió a ocurrir, aunque esta vez no les generó ningún tipo de inquietud porque no se trataba de individuos que se habían colado en busca de algo de valor ni tampoco de vándalos dispuestos a dejar su impronta en esta construcción metálica que albergó a los comerciantes del mercado central durante los dos años que duró la restauración del edificio de Atarazanas. Quienes desde la mañana de ayer se encontraban dentro estaban retirando las neveras y congeladores de los antiguos puestos de venta, aunque se trataba de los operarios de la empresa encargada de dejar expedito el interior del recinto antes de que las máquinas se metan de lleno en su demolición. «¡Por fin nos quitan este mamotreto de aquí!», exclamaba Ester Ramírez, una vecina que no podía ocultar su satisfacción por el comienzo de una actuación que residentes y comerciantes
venían reclamando desde la reapertura del mercado central. Por delante, todavía quedan tres meses de trabajos para que esta superficie de tres mil metros cuadrados situada encima del 'parking' recupere su estado original. ¿El coste? 51.370 euros, cantidad muy inferior a los 173.549 que tenía previsto destinar el Ayuntamiento de Málaga debido a que la empresa adjudicataria (Gonjuni) se podrá quedar y reutilizar los materiales, toda vez que el Consistorio desechó su intención de trasladar la estructura a la avenida de Europa para acoger temporalmente los puestos del mercado de Huelin ante la imposibilidad de asumir en solitario (se pidió financiación a la Junta) los 17 millones necesarios para demoler el actual y construir otro más moderno y con aparcamientos.
venían reclamando desde la reapertura del mercado central. Por delante, todavía quedan tres meses de trabajos para que esta superficie de tres mil metros cuadrados situada encima del 'parking' recupere su estado original. ¿El coste? 51.370 euros, cantidad muy inferior a los 173.549 que tenía previsto destinar el Ayuntamiento de Málaga debido a que la empresa adjudicataria (Gonjuni) se podrá quedar y reutilizar los materiales, toda vez que el Consistorio desechó su intención de trasladar la estructura a la avenida de Europa para acoger temporalmente los puestos del mercado de Huelin ante la imposibilidad de asumir en solitario (se pidió financiación a la Junta) los 17 millones necesarios para demoler el actual y construir otro más moderno y con aparcamientos.
Una vez se desmonte el mercado provisional, la Gerencia Municipal de Urbanismo será la que tome el relevo para convertir el espacio resultante en una plaza pública, donde también se ha reservado una parcela en la que la cofradía de Fusionadas levantará su casa hermandad y otra para la futura ampliación del Museo de Artes y Costumbres Populares. «Estamos terminando el proyecto de urbanización de la plaza para poder actuar de forma inmediata en cuanto concluya el desmantelamiento del mercado provisional ya que tenemos la financiación asegurada», afirmó el delegado municipal de Ordenación del Territorio y Vivienda, Diego Maldonado, quien resaltó que la hermandad también tiene bastante avanzado su proyecto.
Puesta en valor
En este sentido, vecinos y comerciantes aguardan con optimismo la recuperación de la plaza convencidos de que permitirá poner en valor esta zona del casco histórico de la ciudad. «Lo que pedimos ahora es que no se demoren las obras de la plaza, ya que además de servir de enclave público para uso ciudadano contribuirá a reactivar los negocios del entorno», señala María José Soria, presidenta de la Asociación Centro Antiguo y una de las impulsoras de la plataforma Plaza de Camas integrada por distintos colectivos para recuperar este espacio público y frenar la propuesta del Consistorio de convertir el inmueble en un centro cultural. «Después de dos años esperando, nos parece mentira que de una vez hayan empezado. Ha costado mucho trabajo, pero al final es un ejemplo de que cuando varios colectivos se unen y hacen fuerza las cosas se pueden conseguir», recalca Soria, que esta misma semana tenía previsto enviar una carta al Consistorio para que le confirmaran la fecha de inicio de las obras de desmantelamiento de una infraestructura cuya construcción requirió 2,4 millones de euros de las arcas municipales.
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