La calle Tomás de Cózar empieza a tener algo de futuro (La Opinión)

Cargada de fachadas de edificios del siglo XVIII con pinturas murales y en un pésimo estado, comienza a acumular proyectos que anuncian su recuperación
M. FERRARY. MÁLAGA La Oficina Municipal de Rehabilitación del Centro Histórico de Málaga tiene en la calle Tomás de Cózar uno de sus retos desde hace años. Tras muchos años de espera, gestión entre los propietarios y negociaciones, todo empieza a dar sus frutos. Esta vía se empieza a desperezar y los inversores comienzan a moverse para recuperar la calle.Llena de edificios barrocos, se encuentra escondida del bullicio y actividad comercial de la vecina calle Granada. Eso ha supuesto su casi olvido para muchos malagueños y un grado de degradación arquitectónica y social notable. Tanto es así que pocos se atreven a entrar en la estrechez de la calle. Sin embargo, detrás de la mugre, la suciedad y la decrepitud de muchos edificios se esconde una parte importante de la historia urbanística de la ciudad.El despertar de Tomás de Cózar de ese letargo es lento y comenzó en 2003, con la inauguración de unos baños árabes. Pero es ahora cuando las inversiones empiezan a plantearse con importancia y en número suficiente como para esperar un futuro mejor.Uno de los proyectos en marcha es la rehabilitación del antiguo palacio de los Gálvez, que se convertirá en un hotel y que tiene una parte importante de su fachada en esta calle. Ahora mismo un andamio muestra la zona en obras, que una vez terminada permitirá ofrecer una entrada más atractiva para la calle.Un proyecto interesante es el que está planteado en el número 29 de esta calle, donde se quieren hacer 11 viviendas. Eso aportará vecinos y vida que regenere la zona. De ese edificio sólo queda una fachada del siglo XVIII, donde se aprecia una rica decoración pictórica, que esconde un solar. Curiosamente, pese a la desaparición del resto del inmueble, la fachada permanece en un buen estado.También hay planteada una inversión vinculada a los edificios del número 4 de la calle Picador y el 47 de Beatas. Junto a ellos, se incluye al número 16 de Tomás de Cózar, donde se han hecho las catas arqueológicas y la promotora Evemarina prevé viviendas.Algo parecido ocurre con los números 8 y 10 de Tomás de Cózar, incluidos en un proyecto que también afecta a los números 41 y 43 de Beatas. En este espacio hay un proyecto comercial y cultural alrededor del vino que permitirá dinamizar la zona y regenerar por partida doble dos calles muy maltratadas.Además, para el número 4 de Tomás de Cózar se ha pedido ayuda a la Oficina de Rehabilitación del Centro con idea de recuperar el inmueble.