jueves, 11 de octubre de 2007

Los dueños de nuevas viviendas se encuentran con una decena de fallos a la entrega de las llaves (SUR)

El 9% de los defectos afectan a la habitabilidad y muchos propietarios tienen que ir a juicio para lograr su arreglo. Las humedades, el incumplimiento de las calidades y los malos acabados son las incidencias más comunes

LOS DATOS

Desperfectos: Un informe de la consultora inmobiliaria Acerta revela que el 95% de los pisos nuevos presenta más de diez defectos en la entrega de llaves. El 35% tiene más de 25 incidencias.
Habitabilidad: En el 9% de los casos los fallos afectan a la habitabilidad.
Los más comunes: Humedades producidas por filtraciones , fugas en calefacción, malas terminaciones de carpintería y pintura o incumplimiento de calidades.
Plazos para reclamar: Para poder reclamar por defectos de construcción en una vivienda nueva el problema debe aparecer en el plazo de un año si el defecto es de acabado, en tres años para problemas de habitabilidad y en diez para los estructurales.
La ansiada entrega de llaves puede tornarse en pesadilla. Los estudios del sector así lo confirman. Según las estadísticas, el 95% de las viviendas españolas presentan más de diez desperfectos en el momento de su estreno. En el 35% de los casos la situación va más allá y hay que subsanar más de 25 incidencias. Una realidad que echa por tierra la ilusión de muchos propietarios de entrar a vivir en un piso, como se desprende de la radiografía realizada por la consultora inmobiliaria Acerta. A tenor de este informe -elaborado tras sondear a directivos de promotoras españolas- en el 90,5% de los casos los contratiempos no impiden que el inquilino se mude a su propiedad. Sin embargo, en un preocupante 9,4% los desperfectos sí que afectan a la habitabilidad de la vivienda, lo que obliga a los nuevos dueños a posponer el traslado de sus enseres.Y es que los desperfectos son los primeros 'okupas' en alojarse en el inmueble. Todos los administradores de fincas consultados por este periódico coinciden en criticar el mal estado en el que se entregan la mayoría de las nuevas promociones de la provincia. Una realidad que afecta a miles de malagueños. Así, tras pagar religiosamente cada una de las letras e hipotecar sus vidas, los propietarios se dan de bruces con unas construcciones llenas de fallos fruto, en muchos casos, de una entrega demasiado acelerada o de compañías que optan por sisar en calidades a cambio de engordar su bolsillo.Respecto a los principales problemas que tienen que lidiar los compradores de una vivienda en el momento de estrenarla, el estudio de Acerta señala que la mayoría de ellos están relacionados con las humedades producidas por filtraciones a través del suelo, fachadas, cubiertas o de vanos mal aislados. Las fugas en la calefacción y los acabados en las tareas de carpintería y pintura son otros de los desperfectos más comunes. Este último apartado,una especie de cajón desastre, incluye desde agrietamientos, a alicatados mal ejecutados, puertas arañadas, manchas o suciedad imposible de eliminar.

Defectos generalizados

Los administradores de fincas insisten en que estos defectos aparecen en el 100% de las nuevas promociones. «Para nosotros los desperfectos son una lucha constante. Todas las comunidades de propietarios nuevas que constituimos tienen problemas en sus viviendas. No hay ni una que no presente alguna queja». Son las palabras de Mercedes Nogueira, administradora de Adinforma, sociedad que gestiona a más de medio centenar de comunidades malagueñas.Cuando se le consulta los tipos de deficiencias más comunes que suelen llegar a sus oficinas coge aire y comienza a enumerar una ristra interminable de quejas. «Problemas con los enchufes, escaleras en las que se han olvidado poner interruptores de luz, zócalos mal acabados, malas terminaciones en baños y cocinas, puertas que no cierran, hasta grietas en las fachadas».Más datos: a tenor del sondeo de Acerta, el 75% de las quejas están originadas por los fallos en la construcción, mientras que sólo en el 7% de los casos se deben al incumplimiento de la memoria de calidades, un documento en el que se detallan todos los materiales utilizados en la edificación de un piso y que incluye información de interés para el comprador. Finalmente, el 13% de las demandas se debe a la falta de conocimientos técnicos del comprador y el 5% restante a cuestiones puramente administrativas.Preguntado por el plazo del que dispone el dueño para ejercer su derecho a reclamar, el presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga, Jesús Luque, recuerda que si se trata de defectos de acabados (como fallos en cerraduras, azulejos, ventanas, puertas, etc) la ley establece el límite de un año desde la licencia de ocupación. Para desperfectos de construcción que acarreen problemas de habitabilidad, el plazo es de tres años, mientras que si se trata de un fallo estructural, el inquilino tiene una década para exigir que se lo arreglen. Una vez denunciados los desperfectos, la mayoría de propietarios tiene que echar paciencia para verlos arreglados. Así, el informe de Acerta concluye que en el 63% de los casos el plazo de reparación de los desperfectos se prolonga más allá de las dos semanas, el 29% se resuelve en unos diez días y sólo el 8% se corrige en un periodo inferior a siete. Eso sí, siempre que haya acuerdo entra las partes. Un supuesto que no se da en todos los casos. «El problema es que a veces es difícil fijar de quién es la culpa, si del promotor, de la constructora o del arquitecto técnico y se echan la pelota unos a los otros», comenta el abogado de la Asociación en Defensa de Propietarios de Vivienda, Adeprovi, Álvaro Soto, que ante este tipo de enfrentamientos aconseja emprender una demanda colectiva amparada por un informe técnico.

Entre 300 y 600 euros

En el 72% de los casos -según Acerta- la reparación de las viviendas implica un desembolso de entre 300 euros y 600 euros, en el 17% del total no alcanza los 300 euros y en el 11% supera los 600 euros.Para el consejero delegado del Grupo Acerta, Francisco Ordóñez, este tipo de incidencias que afectan a los inmuebles son consecuencia de la rapidez con la que se entregan hoy días los pisos. «Los desperfectos con los que se encuentran los propietarios se producen por las prisas de los promotores de entregar las viviendas lo antes posible», explica. Estos desperfectos, según Ordóñez, se localizan principalmente en la fase final del proceso de construcción y están relacionados con la «escasez de especialización de la mano de obra, que no se ajusta a las exigencias de los consumidores», añade. Deficiencias que son inadmisibles dados los altos precios de la vivienda. Para evitar sobresaltos, las asociaciones de consumidores recomiendan revisar bien el inmueble antes de firmar la entrega del piso.

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