El Gobierno central saca a concurso la redacción de los seis proyectos para los tramos en que se ha dividido la carretera nacional y cifra en 130 millones la inversión. Las salidas directas del trazado actual se sustituirán por viales de servicio y carriles de entrada y de salida
El proyecto piloto, pensado para un tramo de apenas seis kilómetros entre las urbanizaciones Panorama y El Rosario de Marbella, aún antes de convertirse en una realidad sobre el terreno, parece haber gustado a los responsables de las carreteras. De los seis millones de euros iniciales que estaba previsto invertir en este corto pero peligroso tramo, la propuesta se va a extender ahora desde Manilva hasta Fuengirola, pasando obviamente por Marbella. De un extremo de la costa al otro, el Ministerio de Fomento pretende reordenar todo el diseño de la autovía A-7, antigua carretera nacional 340, para eliminar en la medida de lo posible los temidos accesos directos; una actuación a la que ha bautizado como 'Plan N-340'. La alternativa será sustituirlos por vías de servicio o carriles de trenzado que enlazan la entrada y salidas de vehículos como si se tratara de un tercer carril natural del tronco de la vía. Precisamente entre ambos municipios es donde la transitada carretera cruza por núcleos urbanos de gran densidad de población, por lo que las entradas directas se multiplican exponencialmente con el consiguiente riesgo para los conductores. Según informaron a este periódico fuentes del Ministerio de Fomento, ya se ha sacado a concurso la redacción de los seis proyectos de los otros tantos tramos en que se ha dividido la A-7, aunque aún no se ha publicado su licitación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El presupuesto total para la actuación, según los cálculos del Gobierno central, superará los 130 millones de euros. «Se ha dado un impulso definitivo», señaló Miguel Ángel Heredia, diputado del PSOE y número dos de la candidatura al Congreso por Málaga.El alumno más aventajado es el proyecto piloto, impulsado por el departamento de Magdalena Álvarez, que tendrá a la zona este de Marbella como protagonista. En un tramo de seis kilómetros, entre los puntos kilométricos 183 y 189, esto es, entre las urbanizaciones El Rosario y Panorama, se eliminarán doce accesos directos a la autovía -siete en el margen derecho y cinco en el izquierdo- para reponerlos mediante vías de servicio paralelas a la carretera nacional o carriles de trenzado. ExpropiacionesSe conoce ya la cuantía de la obra, sies millones de euros, e incluso el coste y la superficie de suelo que se tendrá que expropiar a lo largo de este tramo: 16.615 metros cuadrados, todo urbano, con un precio de 715.169 euros. A la espera de que la Dirección General de Carreteras le dé el visto bueno definitivo al proyecto, aprobado provisionalmente, sólo quedará sacar a concurso las obras para que las máquinas hagan parada y fonda en la A-7, justo en unos de los tramos considerados más peligrosos por la elevada presencia de accesos a la carretera a distancias inferiores de las que marca la normativa. No sólo eso. Se trasladarán a los viales de servicio las paradas de autobús, que actualmente provocan importantes molestias a los conductores por la escasa velocidad con la que circulan en sus inmediaciones, lo que les obliga a dar volantazos bruscos y frenazos aún más arriesgado. En el proyecto piloto, el que afecta a seis kilómetros de la autovía a su paso por Marbella, se reubicarán seis de estas paradas para los autocares. Cuando se extrapole la medida al resto de la carretera nacional, el número se disparará de manera exponencial. Las pasarelas peatonales, especialmente las que están dañadas por el paso de los años y por la corrosión originada por la cercanía del mar Mediterráneo, también serán sustituidas por otras más resistentes. En el tramo inicial se repondrán cinco, las que permiten a los peatones cambiar de un lado de la autovía a otro sin poner en riesgo su vida. Su lugar lo ocuparán otras de diseño más moderno.
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