La Junta de Andalucía acepta la propuesta de la adjudicataria original del proyecto, Tiferca, de subrogar los trabajos a la firma Heliopol · Nuevo retraso en los trabajos en el muelle 2, que no estarán culminados antes de finales de 2009
El gafe que persigue al Plan Especial del Puerto continúa. A los numerosos episodios de retraso que viene arrastrando la apertura del espacio portuario a la ciudad desde que comenzó a gestarse a principios de los años 90, se suma ahora un nuevo capítulo después de que la empresa Tiferca, a la que la Junta de Andalucía adjudicó la remodelación del muelle 2, sobre el que se ejecuta el Palmeral de las Sorpresas, haya abandonado el proyecto debido a las dificultades económicas que arrastra y haya optado por subrogar la continuación de los trabajos a la firma Heliopol, perteneciente al Grupo Rusvel.
Esta operación, que venía tramitándose desde hace algunos meses, ha recibido finalmente el visto bueno de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (Epsa), según confirmó a este periódico el gerente de este organismo en la provincia de Málaga, Gabriel Rodrigo. De este modo, y sin que haber concurrido a concurso público alguno, Heliopol reiniciará las labores de ejecución de un proyecto que suma un presupuesto de 21 millones de euros. Las dudas jurídicas fueron disipadas por Rodrigo, quien avaló la viabilidad del procedimiento seguido para desbloquear el poryecto estrella del Plan Especial del Puerto. "Técnicamente es correcto", afirmó, algo corroborado igualmente por fuentes jurídicas consultadas por este periódico.
La fórmula finalmente elegida, tras ser analizada por los servicios autonómicos, evita la necesidad de sacar nuevamente a licitación la intervención prevista sobre el muelle 2 y recorta sustancialmente los tiempos necesarios para retomar los trabajos de ejecución. Desde la delegación de Heliopol se eludió hacer declaraciones.
No obstante, Rodrigo admitió que tras el acuerdo alcanzado hay que estudiar con detenimiento la documentación presentada por Heliopol, así como la asunción por parte de la firma de todas las responsabilidades que originalmente tenía Tiferca. Además, apuntó, es necesario adecuar el plan de obras para su desarrollo.
En cualquier caso, el responsable de Epsa en la provincia admitió que el reinicio de los trabajos será difícilmente factible antes de las primeras semanas de 2009, debido a la coincidencia con el periodo vacacional del mes de diciembre. "Vamos a intentar con la nueva responsable del proyecto que se superpongan las actuaciones, al objeto de intentar reducir en lo posible el retraso que acumulan ya las obras", comentó Rodrigo. En este sentido, aludió a la posibilidad de avanzar en la ejecución de los tres edificios previstos en la plataforma del muelle 2, que acogerán el Museo del Puerto, el Aula del Mar y una estación marítima, al tiempo que se avanza en la urbanización de la parcela.
Sea como fuere, lo que queda destrozado es el calendario inicial de las actuaciones, en el que la apertura del nuevo espacio se había fijado para julio de este año, momento en que se cumplían los 17 meses fijados en la oferta seleccionada por la Junta, toda vez que el pistoletazo de salida se produjo a finales de febrero de 2007. Incluso, el responsable de Epsa asumió la imposibilidad de que el proyecto sea una realidad en verano de 2009 y apunta más bien a finales de ese año o principios de 2010. Estos mismos plazos son apuntados por el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde.
La resolución finalmente contemplada pone fin al bloqueo que sufría la intervención desde los últimos meses de 2007, cuando Tiferca paralizó las acciones ante los problemas con los que se topó a la hora de desarrollar la cimentación de uno de los edificios previstos. La inestabilidad del terreno sobre el que se asientan los pilares hizo que la firma plantease a la Administración autonómica la aprobación de un modificado presupuestario de la obra, que fue contratada por 17 millones de euros y un plazo de 17 meses. La propuesta, finalmente aceptada por la Junta, ha supuesto un incremento del coste de unos cuatro millones de euros, fijándose en unos 21 millones, cifra muy semejante a la de la licitación. Tras recibir luz verde, la constructora retomó los trabajos, hasta que hace varios meses volvió a detener el proyecto debido a sus dificultades económicas.
El gafe que persigue al Plan Especial del Puerto continúa. A los numerosos episodios de retraso que viene arrastrando la apertura del espacio portuario a la ciudad desde que comenzó a gestarse a principios de los años 90, se suma ahora un nuevo capítulo después de que la empresa Tiferca, a la que la Junta de Andalucía adjudicó la remodelación del muelle 2, sobre el que se ejecuta el Palmeral de las Sorpresas, haya abandonado el proyecto debido a las dificultades económicas que arrastra y haya optado por subrogar la continuación de los trabajos a la firma Heliopol, perteneciente al Grupo Rusvel.
Esta operación, que venía tramitándose desde hace algunos meses, ha recibido finalmente el visto bueno de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (Epsa), según confirmó a este periódico el gerente de este organismo en la provincia de Málaga, Gabriel Rodrigo. De este modo, y sin que haber concurrido a concurso público alguno, Heliopol reiniciará las labores de ejecución de un proyecto que suma un presupuesto de 21 millones de euros. Las dudas jurídicas fueron disipadas por Rodrigo, quien avaló la viabilidad del procedimiento seguido para desbloquear el poryecto estrella del Plan Especial del Puerto. "Técnicamente es correcto", afirmó, algo corroborado igualmente por fuentes jurídicas consultadas por este periódico.
La fórmula finalmente elegida, tras ser analizada por los servicios autonómicos, evita la necesidad de sacar nuevamente a licitación la intervención prevista sobre el muelle 2 y recorta sustancialmente los tiempos necesarios para retomar los trabajos de ejecución. Desde la delegación de Heliopol se eludió hacer declaraciones.
No obstante, Rodrigo admitió que tras el acuerdo alcanzado hay que estudiar con detenimiento la documentación presentada por Heliopol, así como la asunción por parte de la firma de todas las responsabilidades que originalmente tenía Tiferca. Además, apuntó, es necesario adecuar el plan de obras para su desarrollo.
En cualquier caso, el responsable de Epsa en la provincia admitió que el reinicio de los trabajos será difícilmente factible antes de las primeras semanas de 2009, debido a la coincidencia con el periodo vacacional del mes de diciembre. "Vamos a intentar con la nueva responsable del proyecto que se superpongan las actuaciones, al objeto de intentar reducir en lo posible el retraso que acumulan ya las obras", comentó Rodrigo. En este sentido, aludió a la posibilidad de avanzar en la ejecución de los tres edificios previstos en la plataforma del muelle 2, que acogerán el Museo del Puerto, el Aula del Mar y una estación marítima, al tiempo que se avanza en la urbanización de la parcela.
Sea como fuere, lo que queda destrozado es el calendario inicial de las actuaciones, en el que la apertura del nuevo espacio se había fijado para julio de este año, momento en que se cumplían los 17 meses fijados en la oferta seleccionada por la Junta, toda vez que el pistoletazo de salida se produjo a finales de febrero de 2007. Incluso, el responsable de Epsa asumió la imposibilidad de que el proyecto sea una realidad en verano de 2009 y apunta más bien a finales de ese año o principios de 2010. Estos mismos plazos son apuntados por el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde.
La resolución finalmente contemplada pone fin al bloqueo que sufría la intervención desde los últimos meses de 2007, cuando Tiferca paralizó las acciones ante los problemas con los que se topó a la hora de desarrollar la cimentación de uno de los edificios previstos. La inestabilidad del terreno sobre el que se asientan los pilares hizo que la firma plantease a la Administración autonómica la aprobación de un modificado presupuestario de la obra, que fue contratada por 17 millones de euros y un plazo de 17 meses. La propuesta, finalmente aceptada por la Junta, ha supuesto un incremento del coste de unos cuatro millones de euros, fijándose en unos 21 millones, cifra muy semejante a la de la licitación. Tras recibir luz verde, la constructora retomó los trabajos, hasta que hace varios meses volvió a detener el proyecto debido a sus dificultades económicas.
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