viernes, 20 de febrero de 2009

¿Y si dejo de pagar mi hipoteca? (El Mundo)


El CGPJ prevé 76.463 ejecuciones hipotecarias en 2009, el triple que hace dos años
Pero pueden ser muchas más pues unas 800.000 familias están en riesgo de mora
Dejar de pagar, la opción menos rentable para los titulares de una hipoteca
El moroso responde al crédito con sus patrimonio personal presente y futuro

MADRID.- ¿Y si no pago las letras de la hipoteca? ¿me embargan la casa y ya está? ¿cuánto tardan en quitármela? La crisis económica golpea cada vez con más fuerza a los propietarios de vivienda, hasta el punto de que algunas asociaciones de consumidores creen que unas 800.000 familias podrían estar en riesgo de mora, es decir, de que el banco les embargue su vivienda a partir de la tercera letra impagada de la hipoteca, y que otras 300.000 ya estarían en esa situación, aunque los bancos estarían relajando sus exigencias.

Por otro lado, el aumento del paro, paralelo a la desvalorización de gran parte del parque de 4,2 millones de casas vendidas en España entre 2004 y 2008 (según el Registro de la Propiedad), podrían invitar a muchos propietarios en apuros a dejar las llaves de su casa en el banco -el llamado 'efecto sonajero'- en vez de seguir pagando su hipoteca.
De hecho, en ese periodo la morosidad hipotecaria se ha multiplicado por tres, según el Banco de España, y los estamentos judiciales prevén para este ejercicio 76.463 ejecuciones hipotecarias, el triple que hace dos años.

En la imagen, José Guevara. El juzgado nº 32 de Primera Instancia de Madrid acaba de completar la ejecución de su casa. elmundo.es
Es lo que le ocurrió a José Guevara, un trabajador por cuenta ajena que en enero tuvo que abandonar la casa que adquirió en 2007 al no poder hacer frente a la hipoteca. "No pude vender a tiempo la casa donde vivía antes de comprar la nueva y el banco no tuvo paciencia conmigo". En marzo de 2008 Guevara dejó de pagar tres letras y recibió una carta del juzgado por la que el banco le reclamó la totalidad del crédito.
El embargo se completó al cabo de diez meses, el pasado 21 de enero. La vivienda había sido subastada en septiembre por el 80% de su valor, "pero nadie la quiso", afirma. Finalmente, La Caixa, la entidad que le había prestado el dinero, se la quedó por 130.000 euros, la mitad de su valor. El problema es que, ya sin casa, aún debe pagar el resto de lo que le prestaron, unos 80.000 euros. Ahora le pueden embargar la nomina hasta que salde sus deudas.
¿Qué pasa si no pago?
España no es Estados Unidos. Mientras que en Estados Unidos la única garantía de una hipoteca es la casa que se financia con el crédito, en España, las hipotecas gozan de dos garantías: "por un lado, la casa y, por otro, y todo el patrimonio, dinero y bienes presentes y futuros que puedan poseer su titular y sus avalistas necesarios para sufragarla", señala Fernando Herrero, secretario general de Adicae.
"En EEUU la banca no persigue a quien no paga la hipoteca, simplemente se la quita. Y eso es lo justo", explica Gustavo Fajardo, asesor de Aesco. De hecho, que los créditos hipotecarios tengan dos garantías muestra, según Fajardo, "la pervensión del sistema crediticio español, que persigue al propietario una vez le ha arrebatado la vivienda y le conduce a un estado de marginalidad social".
Cómo arrancan las ejecuciones. Por normal general, al incumplir los pagos de las letras entre tres y seis meses, el banco entiende que el moroso se ha desentendido de sus obligaciones e inicia el proceso de ejecución hipotecaria. El banco suele informar al deudor de que le va a denunciar y remite al juzgado la denuncia.
El mecanismo de ejecución permite que el banco reclame al hipotecado las mensualidades atrasadas -si es la vivienda habitual- y, en ocasiones el monto total de la hipoteca a un interés que ronda entre 20% y el 25%. Las costas judiciales van a cargo del deudor.
La ejecución prevé la salida pública a subasta de la vivienda, para que el banco pueda recuperar parte o la totalidad de lo prestado.
Población en riesgo. Emigrantes, jóvenes precarios y parados forman el núcleo duro de la población en riesgo de no poder hacer frente a sus obligaciones con el banco.
"A las autoridades españolas les interesa asociar la morosidad a la inmigración para marginalizar o criminalizar el problema -explica Fajardo- pero no es así. Son las parejas jóvenes que compraron la casa hace dos o tres años las que corren mayor riesgo".
Todo antes que dejar de pagar. La ejecución hipotecaria es la peor de las opciones posibles para un hipotecado. "Es mejor vender a pérdida y recuperar parte del dinero que dejar de pagar", afirma Herrero, de Adicae, y, en cualqueir caso, siempre hay que agotar todas las posibilidades: la prolongación de la hipoteca, la reunificación de créditos o la refinanciación.
Algunas asociaciones, como Aesco, están negociando con éxito con entidades financieras en nombre de grupos de propietarios y asesoran a particulares en situaciones de negociaciones individuales, que es siempre la mejor solución", explica Fajardo.
Según explica el asesor de Aesco, Caixa Catalunya, por ejemplo, está llegando a acuerdo con particulares para quedarse con sus viviendas permitiéndoles alquilarlas durante un periodo de tiempo para, más adelante, ofrecerles de nuevo una opción de recompra de la misma vivienda. "A los bancos no les interesa quedarse con activos inmobiliarios", apostilla Fajardo.

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