En las 30 hectáreas del Campamento Benítez convivirán un gran parque abierto al público y un museo con piezas de toda España. Un tranvía o un tren recorrerá el perímetro de los terrenos, que contarán con un pequeño lago y la recreación de una antigua estación de ferrocarril
ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Polémicas aparte sobre la titularidad de los terrenos, Málaga puede contar en pocos años en los 285.000 metros cuadrados del Campamento Benítez con una oferta difícil de rechazar: un museo único en España y un gran parque público que enriquezca la todavía pobre lista de zonas verdes.
De hecho, el Campamento Benítez se convertirá, según el proyecto museológico de Fomento, en el Parque Museo Nacional del Transporte y la Obra Pública.
"Los terrenos del Campamento Benítez son buenos, primero porque necesitamos grandes espacios porque hay piezas muy grandes, pero también porque va a ser un gran parque, con la idea de que haya una zona pública de libre entrada", resalta el malagueño Fernando Ron, coordinador del proyecto del museo y que depende de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, una entidad en la que participan el Ministerio de Fomento y Renfe, entre otros organismos. La Fundación ha puesto en marcha otros dos museos: uno de máquinas de vapor en Vilanova i la Geltrú y la colección de ferrocarriles de la estación madrileña de Las Delicias. El coordinador estima que, una vez puesto en rodaje, el museo del Campamento Benítez llegará a contar con 300.000 visitas al año.
Para lograr ese objetivo, el futuro museo está en contacto con coleccionistas y organismos de toda España, mientras que en Málaga cuenta con la colaboración de la Federación Andalia, que agrupa a asociaciones de amigos de las motos antiguas, coches de época, autobuses y ferrocarriles entre otros medios de transporte. El Museo del Aeropuerto de Málaga también ha ofrecido su colaboración.
Entre los coleccionistas privados se encuentra un zaragozano que en Ejea de los Caballeros conserva más de 40 tranvías, además de numerosos vagones de tren que ha ido restaurando, entre ellos uno de los famosos Ferrocarriles Andaluces, además de contar con un tranvía idéntico a los que circularon por Málaga, fabricados en Charleroi (Bélgica).
"La idea es traernos aquí todos los tipos de tranvía que circularon por Andalucía", explica Fernando Ron.
Y si de trenes hay que hablar, la Fundación de los Ferrocarriles Españoles tiene interesantes piezas repartidas por toda España y que viajarán hasta Málaga. Algunos de estos viejos trenes, que serán restaurados, se encuentran en la fastuosa estación de Cancfranc, en los Pirineos.
La Dirección General de Aviación Civil también colabora en el proyecto y tiene a disposición del museo una flota de valiosos aviones y avionetas deportivas, algunas muy antiguas. Además, Aena tampoco se ha quedado fuera de este plan.
Pero el museo no sólo será del transporte sino también de la obra pública, de ahí que cuente con un importante patrimonio de piezas y maquinaria entre las que probablemente no faltará el escudo de una tuneladora, ya que también se trata de mostrar ´el presente´.
El Foro Andaluz Ferroviario propuso en su día conectar mediante tranvía el vecino centro comercial Plaza Mayor con el Campamento Benítez. Fernando Ron admite que la idea es buena, sin embargo no parece técnicamente posible por la existencia de túneles. En todo caso, el andén de Plaza Mayor duplicará la longitud y el Cercanías quedará a unos 160 metros del campamento. Esta proximidad también hace inviable reabrir el antiguo apeadero del cuartel, que sin embargo será utilizado para hacer una réplica de una antigua estación de tren. Precisamente, uno de los proyectos prevé que los visitantes del museo puedan recorrer sus ´dominios´ en un antiguo medio de transporte.
"La idea dentro del parque es hacer un circuito perimetral. Al principio se pensó que tranviario, pero quizás sea más práctico un ferrocarril de vía estrecha o un tren en miniatura, un asunto que los redactores del proyecto lo están viendo", explica el coordinador del museo, que se muestra ilusionado con este trabajo que le obliga a viajar todas las semanas por media España, en busca de piezas de colección.
En cuanto al parque, tendrá un pequeño lago, una lámina de agua que podría tener su ´uso lúdico´, como dicen los expertos. En este sentido, Fernando Ron insiste en que el parque también será un campo para realizar actividades, aparte de las que los visitantes encuentren en el museo.
Con respecto a los árboles que hoy día marcan el bonito paisaje de esta poco conocida ´isla verde´ de Málaga (y el pino carrasco es ´legión´) la idea es ofrecer la máxima sombra posible y replantar en las partes en las que haga falta. Por el momento, las únicas ´bajas´ del parque han sido algunos eucaliptos con peligro de desplomarse sobre las vías del tren, aunque algunos tocones ya han reverdecido.
Los visitantes también contarán en el antiguo Campamento Benítez con carriles para bicis y para practicar senderismo y el famoso pórtico de entrada, con los dos torreones, que llegó a peligrar, será incluido como elemento a proteger en el próximo PGOU.
Aunque se trata de un proceso laborioso, el coordinador reconoce que hay "mucho avanzado" además de contar ya con interesantes piezas para el museo. Habrá que esperar a la aprobación del plan urbanístico para la zona por parte del Ayuntamiento para que, en unos años, sea una realidad, aunque Fernando Ron prefiere no dar fechas.
Proyecto museístico. De momento, ya existe un proyecto museístico con las líneas generales, mientras que del museográfico hay un avance.
El proyecto museístico propone que el museo tenga tres grandes ejes en los que el espectador pueda encontrar no sólo los diferentes medios de transporte sino además información sobre las funciones del transporte y la obra pública, su estructura, la energía y la sostenibilidad.
En este sentido, los tres grandes bloques o ejes se llamarán Ala de Proyectos, En vías de construcción y Rutas de Conexión.
El primero llevará al visitante al mundo previo de las ideas y los diseños. Podrán mostrarse, por ejemplo, el taller de un diseñador, elementos históricos del interior de los aviones, barcos y trenes , un vagón de cercanías de dos pisos y una plataforma desde la que un ´dummie´ (muñecos para prácticas de seguridad en los coches) hable al público.
El segundo bloque estará centrado en la realización, las energías y la innovación tecnológica de cada época histórica. El proyecto museológico prevé coches solares, motores de agua, mapas y planos históricos, locomotoras, apisonadoras y el montaje escenográfico de un túnel, entre otras muchas ideas.
El último bloque analiza las consecuencias sociales del estar conectados por los medios de transporte, con hitos en la historia del transporte como un galeón de Manila y el repaso al transporte masivo de nuestros días. La doble oferta del Parque Museo de Málaga está cargada de sueños que pueden hacerse pronto realidad.
ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Polémicas aparte sobre la titularidad de los terrenos, Málaga puede contar en pocos años en los 285.000 metros cuadrados del Campamento Benítez con una oferta difícil de rechazar: un museo único en España y un gran parque público que enriquezca la todavía pobre lista de zonas verdes.
De hecho, el Campamento Benítez se convertirá, según el proyecto museológico de Fomento, en el Parque Museo Nacional del Transporte y la Obra Pública.
"Los terrenos del Campamento Benítez son buenos, primero porque necesitamos grandes espacios porque hay piezas muy grandes, pero también porque va a ser un gran parque, con la idea de que haya una zona pública de libre entrada", resalta el malagueño Fernando Ron, coordinador del proyecto del museo y que depende de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, una entidad en la que participan el Ministerio de Fomento y Renfe, entre otros organismos. La Fundación ha puesto en marcha otros dos museos: uno de máquinas de vapor en Vilanova i la Geltrú y la colección de ferrocarriles de la estación madrileña de Las Delicias. El coordinador estima que, una vez puesto en rodaje, el museo del Campamento Benítez llegará a contar con 300.000 visitas al año.
Para lograr ese objetivo, el futuro museo está en contacto con coleccionistas y organismos de toda España, mientras que en Málaga cuenta con la colaboración de la Federación Andalia, que agrupa a asociaciones de amigos de las motos antiguas, coches de época, autobuses y ferrocarriles entre otros medios de transporte. El Museo del Aeropuerto de Málaga también ha ofrecido su colaboración.
Entre los coleccionistas privados se encuentra un zaragozano que en Ejea de los Caballeros conserva más de 40 tranvías, además de numerosos vagones de tren que ha ido restaurando, entre ellos uno de los famosos Ferrocarriles Andaluces, además de contar con un tranvía idéntico a los que circularon por Málaga, fabricados en Charleroi (Bélgica).
"La idea es traernos aquí todos los tipos de tranvía que circularon por Andalucía", explica Fernando Ron.
Y si de trenes hay que hablar, la Fundación de los Ferrocarriles Españoles tiene interesantes piezas repartidas por toda España y que viajarán hasta Málaga. Algunos de estos viejos trenes, que serán restaurados, se encuentran en la fastuosa estación de Cancfranc, en los Pirineos.
La Dirección General de Aviación Civil también colabora en el proyecto y tiene a disposición del museo una flota de valiosos aviones y avionetas deportivas, algunas muy antiguas. Además, Aena tampoco se ha quedado fuera de este plan.
Pero el museo no sólo será del transporte sino también de la obra pública, de ahí que cuente con un importante patrimonio de piezas y maquinaria entre las que probablemente no faltará el escudo de una tuneladora, ya que también se trata de mostrar ´el presente´.
El Foro Andaluz Ferroviario propuso en su día conectar mediante tranvía el vecino centro comercial Plaza Mayor con el Campamento Benítez. Fernando Ron admite que la idea es buena, sin embargo no parece técnicamente posible por la existencia de túneles. En todo caso, el andén de Plaza Mayor duplicará la longitud y el Cercanías quedará a unos 160 metros del campamento. Esta proximidad también hace inviable reabrir el antiguo apeadero del cuartel, que sin embargo será utilizado para hacer una réplica de una antigua estación de tren. Precisamente, uno de los proyectos prevé que los visitantes del museo puedan recorrer sus ´dominios´ en un antiguo medio de transporte.
"La idea dentro del parque es hacer un circuito perimetral. Al principio se pensó que tranviario, pero quizás sea más práctico un ferrocarril de vía estrecha o un tren en miniatura, un asunto que los redactores del proyecto lo están viendo", explica el coordinador del museo, que se muestra ilusionado con este trabajo que le obliga a viajar todas las semanas por media España, en busca de piezas de colección.
En cuanto al parque, tendrá un pequeño lago, una lámina de agua que podría tener su ´uso lúdico´, como dicen los expertos. En este sentido, Fernando Ron insiste en que el parque también será un campo para realizar actividades, aparte de las que los visitantes encuentren en el museo.
Con respecto a los árboles que hoy día marcan el bonito paisaje de esta poco conocida ´isla verde´ de Málaga (y el pino carrasco es ´legión´) la idea es ofrecer la máxima sombra posible y replantar en las partes en las que haga falta. Por el momento, las únicas ´bajas´ del parque han sido algunos eucaliptos con peligro de desplomarse sobre las vías del tren, aunque algunos tocones ya han reverdecido.
Los visitantes también contarán en el antiguo Campamento Benítez con carriles para bicis y para practicar senderismo y el famoso pórtico de entrada, con los dos torreones, que llegó a peligrar, será incluido como elemento a proteger en el próximo PGOU.
Aunque se trata de un proceso laborioso, el coordinador reconoce que hay "mucho avanzado" además de contar ya con interesantes piezas para el museo. Habrá que esperar a la aprobación del plan urbanístico para la zona por parte del Ayuntamiento para que, en unos años, sea una realidad, aunque Fernando Ron prefiere no dar fechas.
Proyecto museístico. De momento, ya existe un proyecto museístico con las líneas generales, mientras que del museográfico hay un avance.
El proyecto museístico propone que el museo tenga tres grandes ejes en los que el espectador pueda encontrar no sólo los diferentes medios de transporte sino además información sobre las funciones del transporte y la obra pública, su estructura, la energía y la sostenibilidad.
En este sentido, los tres grandes bloques o ejes se llamarán Ala de Proyectos, En vías de construcción y Rutas de Conexión.
El primero llevará al visitante al mundo previo de las ideas y los diseños. Podrán mostrarse, por ejemplo, el taller de un diseñador, elementos históricos del interior de los aviones, barcos y trenes , un vagón de cercanías de dos pisos y una plataforma desde la que un ´dummie´ (muñecos para prácticas de seguridad en los coches) hable al público.
El segundo bloque estará centrado en la realización, las energías y la innovación tecnológica de cada época histórica. El proyecto museológico prevé coches solares, motores de agua, mapas y planos históricos, locomotoras, apisonadoras y el montaje escenográfico de un túnel, entre otras muchas ideas.
El último bloque analiza las consecuencias sociales del estar conectados por los medios de transporte, con hitos en la historia del transporte como un galeón de Manila y el repaso al transporte masivo de nuestros días. La doble oferta del Parque Museo de Málaga está cargada de sueños que pueden hacerse pronto realidad.
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