La realeza saudí se fija en Estepona y proyecta un complejo residencial de lujo donde hace tres décadas se iba a ubicar la residencia del rey Fahd.
«Muchos municipios nos han mirado con envidia sana». Y no le falta razón al alcalde de Estepona, David Valadez, cuando manifiesta esta impresión. La realeza saudí ha vuelto a poner sus ojos en la Costa del Sol para hacer otra de sus inversiones multimillonarias. En esta ocasión, se ha fijado en Estepona. Ya lo hizo hace tres décadas, pero la idea no cuajó. La localidad esteponera se quedó con la miel en los labios cuando el rey Fahd decidió construir su palacio Nahda (El Rocío) en Marbella. En un principio, la realeza saudí adquirió en 1978 en Estepona unos terrenos de 60 hectáreas con la intención de edificar en ellos su residencia. Posteriormente, atraídos por el lujo marbellí cambiaron de opinión y las parcelas se quedaron baldías.
El destino de los suelos, situados en la zona de Arroyo del Saladillo (muy cerca de Marbella), dio un vuelco a principios del año pasado. Los herederos del fallecido rey Fahd, propietarios ahora de los mismos, decidieron poner en marcha un ambicioso proyecto urbanístico. Se trata de un complejo de lujo con capacidad para 1.400 viviendas, hotel y campo de golf. «Es un proyecto ilusionante y un valor que la Familia Real saudí haya decidido invertir en la ciudad en lugar de vender los terrenos», cuentan fuentes relacionadas con la sociedad que promueve el proyecto, Asturion Foundation.
En fase inicial
Poco se conoce sobre lo que quieren construir en la zona. «No hay ni un solo plano. Estamos en lo elemental, en poner las bases para definir las características del proyecto», relatan las fuentes cercanas a la empresa. Y es que los movimientos de tierra no comenzarán hasta el próximo año, tras superar toda la tramitación administrativa en el Ayuntamiento.
«Se va a agilizar en todo los posible», reconoce el primer edil. Motivos no le faltan para esta premura. El Consistorio ha recibido con los brazos abiertos el proyecto. Los representantes locales se sienten afortunados de haber coincidido con la realeza saudí. Y eso marca diferencias. «Son promotores fáciles. Todo lo han aceptado con buena disposición y sin plantear impedimentos; las empresas con las que tratamos habitualmente suelen ser más duras para negociar», revelan. De hecho, han aceptado todos las exigencias y las mejoras para el municipio propuestas desde el Ayuntamiento.
'Operación Astapa'
«Siempre han tenido claro que querían hacer realidad su proyecto», relatan las mismas fuentes. Pero el camino no ha sido tranquilo. El convenio entre el Ayuntamiento y la sociedad vinculada con la Casa Real saudí fue el último que tuvo sobre sus manos el ex alcalde de Estepona, Antonio Barrientos. El acuerdo se firmó un día antes de que estallara la 'operación Astapa' y obligaba a la empresa a pagar un millón de euros en los diez días posteriores a esta rúbrica.
Algo que no se produjo entonces y que se materializó el pasado lunes. «Parecía prudente, a la vista de los cambios, que había que esperar a que se conformara una nueva Corporación para ver si ratificaba o revocaba el acuerdo», cuentan desde Pérez de Vargas Abogados, que realizan el asesoramiento jurídico a la sociedad.
Hace tiempo que el municipio no tiene un proyecto de esta envergadura entre sus manos, y sus beneficios para la ciudad serán cuantiosos. «Se conseguirán 49.610 metros cuadrados de techo para vivienda protegida, lo que supondrán unas 413 casas. Además, se generarán unos 1.000 puestos de trabajo en los próximos años», apunta el alcalde. Y más, las arcas municipales ingresarán un total de ocho millones de euros con la tramitación de este expediente. «Supone un alivio más que considerable, ya que la construcción no está en su etapa más boyante», añade Valadez.
Los empresarios esperan ya como agua de mayo la llegada de estos nuevos vecinos. En sus mentes está la lluvia de dinero que ha inundado las calles de Marbella cada vez que los miembros de esta realeza han pisado la ciudad. Toda una esperanza en la época de crisis que atraviesa el sector.
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