La historia se repite: un antiguo edificio en el Centro Histórico, un propietario que no muestra interés en rehabilitarlo, un expediente de ruina de Urbanismo y... los inquilinos a la calle. Eso es lo que ha ocurrido en el número 11 de la calle Hinestrosa, una vía peatonal que une Madre de Dios con Frailes. «Me veo en la calle y con tres hijos», dice entre sollozos Rocío Sánchez, que ya recibió la orden de desalojo de la Gerencia de Urbanismo por estado en ruinas del edificio. Ella y otro vecino, José Eulogio Aparicio, tienen que abandonar sus viviendas esta misma semana. Las otras siete familias que habitan el inmueble tendrán irse a partir de agosto.
El propietario del edificio no ha aparecido aún este mes a cobrar los alquileres. «No quiere dar la cara. No coge ni siquiera el teléfono», comenta una afectada. Todos los vecinos están al día de los pagos. Estos vecinos acudieron ayer a la Gerencia de Urbanismo acompañados del defensor provincial del Ciudadano, Francisco Gutiérrez, en busca de una solución. Fueron atendidos por técnicos de los Servicios Sociales.
Esa casa está hecha una auténtica ruina. Si no la desalojan ahora, en septiembre la veremos en las noticias de sucesos por un derrumbe. La gente no puede vivir en una escombrera, por duro que sea un desalojo.
ResponderEliminar