Responsable del suburbano desde 2004, será director general de Desarrollo Estratégico de la compañía ferroviaria
Seguirá al frente del proyecto malagueño hasta septiembre
PERFIL
Sonríe cuando habla de su «patria alternativa». La otra, Bilbao, la dejó hace ya casi cinco años para venir a dirigir las obras del metro de Málaga. Pero esta tampoco será la última parada. El camino de Enrique Urkijo Goitia (Durango, Vizcaya, 1951) seguirá por otros derroteros. Del Norte al Sur y, ahora, al Centro de la Península. Su nuevo despacho estará en Madrid, donde ocupará en breve el cargo de Director General de Desarrollo Estratégico de Renfe.
Cuando el cambio de puesto se haga plenamente efectivo, después de verano, dejará la línea 2 (Martín Carpena-Centro) con los túneles a un nivel muy avanzado de ejecución; mientras que en la línea 1 (Teatinos-Centro) ya han comenzado a excavarse los subterráneos. «Las obras ya son imparables», afirma, tajante.
Ante la pregunta sobre las razones para marcharse, su respuesta es sincera: «Me voy porque un amigo ha presionado mucho con un proyecto bonito y un reto muy importante». Se refiere a Teófilo Serrano, recientemente nombrado presidente de Renfe, quien ha puesto en sus manos la tarea de planificar la expansión del ferrocarril en España en los años venideros.
El próximo martes tomará posesión, aunque pasará el verano a caballo entre Madrid y Málaga. Por lo que, a partir de septiembre, estará dedicado plenamente a sus nuevo cometido. Este es el plazo que tiene la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta para elegir al nuevo responsable. Se va una persona de la que muchos coinciden en destacar su capacidad de diálogo y de trabajo para lograr el acuerdo con colectivos e instituciones. La misma que deberá tener su sucesor, sobre el que aún no se ha tomado ninguna decisión, expusieron a SUR fuentes de Ferrocarriles Andaluces. Ante sí tendrá un reto principal: lograr que el metro cuente con una estación en el Centro.
No se irá del todo, pues promete que desde su nuevo puesto mantendrá un compromiso firme con los proyectos ferroviarios pendientes en la provincia, como el tren litoral o las conexiones directas con Sevilla y Granada: «En todo lo que pueda hacer por Málaga desde mi nueva responsabilidad, estaré empujando».
Acogida ciudadana
De su trayectoria al frente de esta infraestructura se queda con el día del inicio de las obras -«la gente me daba las gracias por la calle»- y aplaude la labor desarrollada por los medios de comunicación en los momentos difíciles, «con un papel fundamental cuando hubo parones, defendiendo que este es un proyecto estratégico para el desarrollo de la ciudad que no se puede detener». En el lado opuesto, lo peor fue la caída del barrio del Carmel de Barcelona, en 2005, por el miedo que produjo en la gente, «pero todo ha ido muy bien hasta ahora, y así seguirá».
Cuando haga la mudanza, un hueco será para el recuerdo de la acogida de los malagueños en todos estos años: «Estoy muy a gusto, todo el mundo me ha tratado de cine, estoy muy agradecido». Tanto es así que la ciudad está muy presente en sus planes de futuro: «Me gustaría comprarme un apartamento aquí y pasar la mitad del año cuando me jubile. Esta es mi patria alternativa, le tengo mucho cariño».
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