Asegura que no se saldrá de la actual coyuntura sin una nueva concepción de la Costa del Sol. La renovación, a su juicio, requiere "romper la inercia"
L. MARTÍN. MÁLAGA El arquitecto y urbanista Salvador Moreno Peralta, aseveró ayer en la sede de Turismo Andaluz que la salida de la crisis está intimamente ligada a una concepción distinta del territorio, lo que, a su juicio, resulta esencial en zonas dependientes de la industria turística como la Costa del Sol.
En su participación en los cursos de verano de la Universidad de Málaga, donde impartió una conferencia, el especialista insistió en que no se entiende un desarrollo social y económico en la provincia sin una visión de conjunto que permita armonizar el respeto medioambiental con la puesta en marcha de recursos innovadores. En este sentido, apostó por mejorar las comunicaciones y las infraestructuras e integrar los paisajes naturales en el entorno urbano, lo que, en su opinión, favorecería su conservación.
La idea del urbanista estriba en reconocer la identidad de la Costa del Sol como espacio turístico y adaptarla a las necesidades de la industria conforme a sus propios parámetros, estrategia que prescribe el funcionamiento de la zona a modo de "macrociudad", perfectamente comunicada y sensible a las ofertas de ocio. "Estamos hablando de un área de actividades productivas y no una simple materia prima quemada en el hecho mismo de construir", precisó.
Durante su discurso, Moreno Peralta se refirió también al plan de modernización de la Costa del Sol promovido por la Junta de Andalucía, el Qualifica, del que aplaudió sus intenciones, aunque no sin augurarle un camino repleto de dificultades. En este punto, aludió a la inercia que arrastra el destino, que ya llevó al traste otros programas presuntamente innovadores en la década de los sesenta.
El especialista aseguró que los problemas de la Costa derivan de un modelo urbanístico incapaz de observar las necesidades del turismo y poco ducho en su especificidad. Para glosarlo, propuso como ejemplo las palabras del ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella, que escandalizado ante una barrera de edificios alzada en Torremolinos preguntó quién había hecho eso. "Nosotros, señor ministro", le respondió alguien del séquito franquista.
En esta línea, el arquitecto recordó que las atrocidades urbanísticas que lastran a la provincia no son, en su mayoría, producto de la vulneración de las leyes, sino de la aplicación de opciones legales mal diseñadas. "Nunca el planificador urbano ha sabido entender la especificidad conceptual, fenomenológica, física, del espacio", reseñó.
En cuanto a la identidad turística de la Costa, criticó que no se haya sabido vender conjuntamente con la Serranía de Ronda y de las Nieves.
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