miércoles, 1 de julio de 2009

La Junta protege los edificios de la gran zona residencial de Málaga (La Opinión)


La casa del arquitecto Cuervo, salvada G. Torres

La Delegación de Cultura del Gobierno andaluz, que en principio iba a proteger el conjunto de Bellavista a causa de un vial proyectado por Urbanismo, extiende la protección a La Caleta y Reding e incluirá 58 viviendas en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de la comunidad

ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA La intención de la Junta de Andalucía de proteger de forma genérica el barrio residencial de Bellavista se ha visto ampliada con la inclusión de La Caleta y Reding, otras zonas históricas de esparcimiento de la burguesía.
En total, 58 inmuebles van a ser inscritos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, una protección patrimonial que termina por bloquear el proyecto que estudiaba la Gerencia de Urbanismo de hacer desembocar una carretera en el paseo marítimo desde el arroyo del Café, demoliendo dos viviendas sin protección arquitectónica, en la avenida del Pintor Joaquín Sorolla, una de ellas de finales del XIX, obra de Gerónimo Cuervo, autor del Teatro Cervantes.
Según explicó a La Opinión el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Manuel García, la inclusión en el catálogo supone que los titulares de esos inmuebles tendrán que comunicar a la Delegación de Cultura cada intervención que realicen. "Y veríamos esa documentación y supervisaríamos lo que se hiciese, incluso con la posibilidad de paralizar o impedir la actuación".
Se da el caso de que muchos de los edificios que serán protegidos por la Junta ya cuentan con protección arquitectónica en el nuevo PGOU. Sin embargo, en el informe técnico que la Delegación de Cultura enviará a la Dirección General de Bienes Culturales en Sevilla, para tramitar en un máximo de 18 meses, se detalla que algunos de estos edificios "por su relevancia arquitectónica, tipológica, ornamental o por ser representativos de unas formas de vida deberían haberse catalogado con un nivel de protección superior".
De hecho, más de la mitad sólo tiene protección arquitectónica en grado II, algo que en principio únicamente obliga a conservar algunos elementos o a respetar su ´tipología´, una vez derribado. Ahora, cada intervención tendrá que ser comunicada a la Junta, que será la que decida en último caso el futuro del edificio.
El informe técnico que prepara la Delegación de Cultura está casi concluido, a falta de la información catastral de algunas fincas, señaló Manuel García. "No habrá mucho problema para que salga adelante si está bien documentado. Precisamente la tramitación se está retrasando no vaya a ser que por querer ir más rápido se nos pase algo", añadió.
El delegado declaró que el expediente se ha incoado a raíz de la petición de algunos propietarios afectados por el vial de Urbanismo (una de las soluciones que estudia para la zona) "pero no lo hemos hecho con el ánimo de paralizar ninguna actuación del Ayuntamiento", subrayó.

Riqueza de estilos. El informe que ultima la Delegación contiene una amplia justificación colectiva, destacando a nivel artístico "la heterogeneidad arquitectónica" de la zona, en la que intervinieron prestigiosos profesionales desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX como Gerónimo Cuervo, José María de Sancha o Fernando Guerrero Strachan.
La variedad y calidad de esta arquitectura puede verse en la "monumentalidad renacentista" del Hotel Miramar, que además tiene elementos decorativos neoplaterescos en el patio interior; el neoplateresco también aparece en Villa Onieva, en la avenida Pintor Joaquín Sorolla, mientras que el neomudéjar puede encontrarse en el hotelito del paseo de Sancha, 48 y en los números 34, 36 y 38 de la misma calle. Por otro lado, estilo neobarroco encontramos en el número 42 de Pintor Sorolla, precisamente una de las dos casas que iba a ser demolida de haber seguido adelante el plan de Urbanismo.

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