Los propietarios de edificios no solicitan tantos expedientes como hace una década para evitar posteriores órdenes de obra
Las declaraciones de edificios en ruina que aprueba el Ayuntamiento cada año han disminuido considerablemente en la última década. Así lo ponen de manifiesto los datos aportados en el consejo de la Gerencia Municipal de Urbanismo celebrado ayer. Según la estadística municipal, en la última década se han declarado en ruina un total de 105 edificios. No obstante, contrasta el dato de los 26 declarados en el año 2000 con los cinco que se aprobaron el año pasado o los cuatro autorizados en lo que va de 2009, lo que supone una disminución del 80%, aproximadamente.
El consejo de Urbanismo aprobó ayer dos de estos expedientes. Se trata de los relativos al edificio situado en el número 20 de la calle Carmelitas y al número 25 de la calle Jinetes. Este último, según los datos catastrales, data del año 1850 y posee pinturas murales en su fachada. Al no contar con protección arquitectónica, en el consejo se insistió en la necesidad de conservar estas pinturas antes de proceder a la demolición del edificio para estudiar una posible integración en el futuro inmueble que lo sustituya.
El descenso en el número de expedientes de ruina aprobados puede responder al control que el Ayuntamiento ejerce sobre todos aquellos edificios para los que se solicitan. «Los propietarios de los inmuebles se lo piensan ahora mucho más antes de pedir la ruina, ya que ello conlleva un mayor control municipal para exigir que se acometan reparaciones en el edificio, aunque no sea declarado en ruina como tal», señaló el responsable del departamento de Arquitectura y Conservación de la gerencia, Javier Pérez de la Fuente.
Además, los solicitantes de la declaración deben abonar como tasa en cualquier caso el 2,5 por ciento del coste de las reformas necesarias.
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