De enero a junio los juzgados han recibido 700 demandas de ejecución hipotecaria, casi las mismas que en todo el año pasado
LOS DATOS
Las hipotecas están ahogando a las familias en un panorama económico que se ha complicado en los últimos meses con el crecimiento desbocado del paro. Las consecuencias de la destrucción de empleo están teniendo su reflejo directo en los juzgados, que reciben cada vez más ejecuciones por impago de hipotecas de las entidades financieras que prestaron el dinero. De enero a junio de este año los jueces han recibido 700 demandas hipotecarias. O, lo que es lo mismo, los bancos embargan ya casi cuatro viviendas cada día en la capital por falta de pago.
Las cifras que arroja el primer semestre de 2009 están cerca de alcanzar las que se registraron en todo el año pasado, ejercicio que se cerró con 850 embargos. Y ello sin incluir en este cómputo otras 700 demandas presentadas entre en enero y junio en los juzgados de las localidades costeras, que han sido comunicadas mediante exhortos al Decanato de Málaga.
El crecimiento de los procedimientos judiciales por impago de hipoteca comenzó a mostrarse con fuerza en el segundo semestre de 2008 y, especialmente, a partir de noviembre y diciembre, meses en los que -según fuentes del Decanato de Málaga-, los bancos llegaron a presentar hasta 25 demandas en una semana.
Las ejecuciones hipotecarias no han hecho más que crecer desde entonces y como auguraban los expertos a finales del año pasado lo que estaba asomando en ese momento era sólo la punta del iceberg.
«Ahora lo que estamos viendo en los juzgados, y seguiremos viendo si el empleo no empieza a remontar de manera sólida, son las consecuencias de la destrucción de puestos de trabajo que comenzó el año pasado. Las familias se han quedado con unos ingresos mermados o sin ellos y han dejado de pagar la hipoteca», explica un juez de primera instancia de la capital.
Subastas desiertas
Los bancos esperan normalmente al tercer mes de cuotas impagadas para presentar su requerimiento en el juzgado. No obstante, la ley da a los deudores la posibilidad no perder su casa. Así, si se trata de la vivienda habitual, es posible pagar las cuotas pendientes, pero los intereses de demora y las costas judiciales. Aunque las ejecuciones hipotecarias no provocan directamente el embargo de la casa, sino la subasta judicial de la misma, es casi siempre la entidad financiera ejecutante la que se queda con ella por falta de postores.
El mercado de alquiler presenta también indicadores negativos, ya que siguen aumentando los inquilinos que dejan de pagar. Durante los seis primeros meses de este año se han presentado 643 desahucios, casi de un 30% más que en el mismo periodo de 2008.
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