viernes, 2 de octubre de 2009

MALAGA. La propiedad de La Equitativa pide que el edificio sea declarado en ruina (MALAGAHOY)

Solicitó a Urbanismo la incoación de un expediente en este sentido tras eludir la inspección técnica a la que el inmueble está obligado por estar protegido · Fuentes municipales creen que la respuesta será negativa.


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Vista del edificio de La Equitativa.


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    La empresa propietaria de uno de los edificios más emblemáticos de Málaga, La Equitativa, acaba de solicitar a la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga la declaración de ruina del inmueble, según pudo saber este periódico de fuentes municipales. La actuación de los dueños se produce después de haberse negado a someter la construcción a la inspección técnica (ITE) a la que está obligada por tratarse de un inmueble sobre el que pesa una protección arquitectónica de grado uno. Este nivel supone que la construcción deberá ser conservada "íntegramente por su carácter singular y monumental, y por razones histórico-artísticas, preservando todas sus características arquitectónicas".
Las fuentes consultadas apuntaron que la intención del dueño, que estaría alegando el supuesto mal estado del bloque, podría ser la de evitar un informe negativo de la ITE, que le exigiría la ejecución de una serie de obras de reparación en las instalaciones y, por ende, un coste económico. "La declaración de ruina, además, supondría la extinción del deber de conservación que tiene todo propietario", apostillaron las fuentes.

Tras la petición realizada por la propiedad de La Equitativa, los técnicos de Urbanismo han iniciado un expediente que, en este caso concreto, "todo indica que será de no ruina", subrayaron. No obstante, como parte del trámite ordinario, "una vez han pedido la incoación del citado expediente, deberá presentar su informe y los técnicos, a su vez, elaborarán uno contradictorio en el que se marcará la posición municipal". Este periódico trató, sin éxito, conocer la posición de la propiedad respecto a esta información.

El trasiego que presenta este céntrico inmueble es mínimo. Sólo dos de los cinco locales comerciales que tiene están ocupados por una tienda de pelucas y por una inmobiliaria. En cuanto a las 27 viviendas de las que dispone (según datos del Pepri centro), siguen ocupadas "casi una docena", informó el portero del edificio. Alguno de los inquilinos denunció hace algunos años el abandono al que estaba siendo sometido el inmueble. La superficie total construida es de 4.125 metros cuadrados y la altura máxima alcanza los 42 metros.

El caso de La Equitativa, objeto de numerosa rumorología urbanística en los últimos años, es el más conocido de los "entre cinco y diez casos" de expedientes de ruina abiertos por la Gerencia de Urbanismo gracias a la aplicación de la ITE, que en su primer año de vigencia ha afectado a todos los edificios protegidos y a aquellos con cien o más años de antigüedad.

Entre las actuaciones con las que se ha relacionado el inmueble ha estado la construcción de un hotel, que la propiedad descartó en su momento. A ello hay que sumar lo dicho hace meses por el ya ex decano del Colegio de Arquitectos de Málaga Francisco San Martín, quien llegó a denunciar el abandono del edificio, en un intento por obligar a los pocos inquilinos del mismo a dejar los alquileres. Lo que apuntó San Martín era que en el lugar de este edificio emblemático se quería levantar una torre diseñada por un prestigioso arquitecto, aunque nada de ello fue concretado.

El bloque, obra de Manuel Cabanyes y Mata y Juan Jáuregui Briones, es uno de los recogidos en la base de datos de arquitectura contemporánea elaborada por la Junta de Andalucía. La ficha correspondiente a La Equitativa recuerda que este "emblemático" edificio de viviendas y oficinas "lleva el nombre de la empresa de seguros que lo fundara", al tiempo que destaca cómo aprovecha su posición "privilegiada" para dotarse "del carácter emblemático que las compañías de seguros acostumbraban, utilizando recursos racionalistas y decorativos".

El edificio se plantea como articulación del volumen del cuerpo menor, de ocho alturas y la torre, de catorce, retranqueada en el plano de fachada hacia la Alameda Principal, y dispuesta asimétricamente en este frente para convertirse en el foco visual que preside calle Larios desde la Plaza de la Constitución. La potencia de los dos cuerpos queda rematada por elementos que suavizan su contundente geometría, como la pérgola sobre el cuerpo inferior que enmascara el ático retranqueado y, muy singularmente, el motivo de minarete entre regionalista y neomudéjar con el que se corona la torre para convertirla en un referente en altura para la ciudad.

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