martes, 29 de diciembre de 2009

Historia en las mancebías (La Opinión)

Los estudios arqueológicos en un solar para VPO en el Muro de las Catalinas descubre el uso de las mismas viviendas desde el siglo X hasta su conversión en prostíbulos en el siglo XVI






Visita. El concejal de Urbanismo y responsables de Jarquil visitaron ayer las catas en Muro de las Catalinas.
Visita. El concejal de Urbanismo y responsables de Jarquil visitaron ayer las catas en Muro de las Catalinas. Carlos Criado

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Cuando los Reyes Católicos entraron en Málaga el 19 de agosto de 1487, terminando con el dominio árabe, se concedió la explotación de las mancebías (o puterías, como se les conocía) a uno de los caballeros que había participado en la conquista de la ciudad. Éstas se situaron en el Muro de las Catalinas, en una zona que había sido ocupada desde el siglo V por viviendas de malagueños y que, de un plumazo, pasaron a acoger tan peculiar actividad económica.
Precisamente ahora, la empresa Jarquil está realizando unas catas arqueológicas en un solar de 700 metros cuadrados donde había algunas de esas casas de lenocinio y donde en un futuro próximo el Ayuntamiento construirá 46 VPO destinadas a jóvenes artesanos.
Los primeros estudios arqueológicos han descubierto que la presencia de viviendas se remonta al siglo V con asentamientos de edificios romanos, aunque la arqueóloga Sonia López señala que en los próximos meses se esperan descubrir nuevos datos sobre el tipo de edificios.
Un aspecto que ha llamado mucho la atención a los arqueólogos es el hecho de que las mismas viviendas han servido, de forma casi inalterable, desde el siglo X hasta el siglo XVIII, cuando se construyeron los últimos edificios. De hecho, Sonia López recalca que la estructura de las calles y la distribución interna de los espacios de la vivienda permaneció inalterable desde la época árabe, que pasó por distintas épocas: los asentamientos del siglo X, siglo XI, la época almohade y dos fases nazaríes.
El inicio de la época cristiana no cambio apenas los edificios, que mantuvieron la misma estructura y fueron construyendo sobre los mismos muros árabes. Cambió su uso, porque pasaron a ser las mancebías de la ciudad. Sonia López detalla que en el siglo XVI esta actividad estaba muy reglamentada, con puertas que se cerraban por la noche y vigiladas por alguaciles para mantener el orden. Incluso tenían revisiones médicas obligatorias cada semana y estaba prohibido el proxenetismo. Es más, tenían que ir a misa al menos una vez al año, donde se les pedía que dejaran el oficio.
Calle de artesanos. El plan municipal para este solar del Muro de las Catalinas es radicalmente distinto. Una vez que terminen las catas en marzo y se decida si se puede construir un aparcamiento, se levantará un edificio de VPO que buscará recupera comercialmente esta zona. El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, destacó que los bajos se destinarán a locales comerciales para que los artesanos alojados en estas viviendas puedan ofrecer sus productos.

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