Ultima los proyectos de recuperación ambiental de Bahía de Marbella y Real de Zaragoza, que se sumarán al previsto en Artola
13.01.2010 -
Las dunas de Real de Zaragoza tiene una longitud de 1.700 metros lineales y actualmente sufren el trasiego de coches en su parte norte. :: JOSELE-LANZA
Son las joyas de la corona del litoral de Marbella e incluso de la provincia. Metros y metros lineales de dunas que se mantienen a duras penas y que están amenazadas desde hace años por el ladrillo y por el trasiego de coches y de bañistas. «Donde llegamos tarde ya poco se puede hacer pero en lo que queda, que no es poco, hay que actuar para protegerlo». No son palabras de colectivos ecologistas o de vecinos de la zona, aunque bien podrían serlo. Esta declaración de intenciones lleva la firma del jefe de Costa en Málaga, Francisco Javier Hermoso, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente que trabaja en dos proyectos para la recuperación medioambiental de enclaves dunares de especial valor: Bahía de Marbella y Real de Zaragoza, que se sumarán al previsto en las dunas de Artola.
La intervención se centrará en muchos frentes. Uno de los más importantes será el veto a los vehículos dentro de ambos espacios naturales, hasta ahora terreno abonado para muchos conductores que en más de una ocasión han quedado atrapados en la arena. «Se vallarán los accesos para anular la entrada de vehículos, que no deben pisar la zona», advierte el responsable de Costas en Málaga.
Con el veto al tráfico, los peatones tomarán todo el protagonismo a través de una red de senderos de madera, que tendrán un bajo impacto en el entorno y que dibujarán los únicos circuitos por los que se podrá pasear, tras reorganizar la maraña que los surca actualmente. De manera paralela, se instalará mobiliario urbano compatible con la zona, se eliminarán las especies vegetales invasoras y en su lugar se repoblará con flora autóctona, se aportará arena en las zonas más expuestas al oleaje e incluso se plantea la posibilidad de sacar de la primera línea de playa los colectores de saneamiento que tanto afean el paisaje.
Y son sólo algunas de las aristas de una actuación que ya se anunció por primera vez hace dos años y medio pero a la que se le está dando un impulso definitivo en estos meses. Los trabajos, centrados en la redacción de los proyectos que han costado 122.000 euros y pendientes de la supervisión por parte de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, están tan avanzados que Costas se marca para el próximo verano la fecha para que puedan salir a información pública. No será una tramitación fácil. Tanto, que en los dos casos será necesario realizar algunas expropiaciones puntuales en el entorno, precisamente el mismo punto en el que se encuentra atascada desde hace varios años la recuperación de las dunas de Artola, monumento natural y hermana mayor de Bahía de Marbella y Real de Zaragoza.
En dominio público
«Aunque no sean monumento natural, como en el caso de las dunas de Artola, los dos se han incluido dentro del dominio público, la mejor garantía que existe para su protección», apuntó Hermoso sobre la situación de ambos cordones dunares, ubicados en las inmediaciones del arroyo Siete Revueltas, en la playa de La Adelfa, y de la Residencia de Ocio y Tiempo y con 1.700 y 900 metros de longitud lineal respectivamente.
Otro de los últimos reductos de dunas de Marbella, el Barronal de La Morena, tiene un futuro más incierto. Sobre él pende el proyecto de construcción de 152 viviendas. La promotora cuenta con todas las bendiciones tanto del Plan General actual como del que se aprobará en las próximas semanas. Los vecinos están en pie de guerra y esperan que con su movilización al menos se consiga ampliar el margen de protección cien metros hacia el norte, hasta alcanzar los 200 metros a salvo del ladrillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario