La concesionaria y el Puerto mantienen el primer contacto para tratar de hallar una solución al asunto · Los privados hablan de que sería una "tienda de alta gama"
S. SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 18.05.2010 - 01:00
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Las posibilidades de que la concesionaria del muelle 1 del puerto de Málaga, Iniciativas Marina de la Farola, encuentre una salida airosa a la polémica suscitada por la posible construcción de un supermercado junto a la conocida esquina de oro del puerto son escasas. Fuentes de la adjudicataria del concurso para la reconversión de este espacio portuario en superficie comercial admitieron que en este momento no tienen ninguna oferta alternativa que permita cambiar el uso previsto para el local proyectado junto a la esquina y que sería gestionado por la marca Carrefour.
"Hemos estado viendo miles de opciones y al final la que cuajó fue ésa; a día de hoy no hay alternativa, habría que volver a salir al mercado y eso obligaría a abrir la mano", sentenciaron las fuentes consultadas, que incidieron en la complicación que traería tener que buscar un nuevo arrendatario para esta superficie comercial, de 2.000 metros cuadrados. Especialmente, por tratarse de un establecimiento separado del resto de la superficie del muelle 1. "Pensábamos que iba a ser fantástico para la ciudad pero se nos está cayendo", indicaron.
Asimismo, insistieron en destacar el complejo escenario que supondría para el desarrollo del proyecto comercial la supresión del mencionado supermercado, que equivale al 18% de la superficie ya comercializada. En este sentido, subrayaron que lo que Carrefour contempla en esta zona no es un local al uso, sino "la primera tienda de alta gama que tendría en Europa". "Si se nos cae la locomotora económica hay que replanteárselo todo", apostillaron. "Es una tienda que se entiende como una prueba piloto de máxima calidad, dirigida al sector de La Malagueta, con una clientela que se entiende media-alta, y a los cruceristas", añadieron.
No obstante, la disposición de Iniciativas Marina de la Farola es la de analizar otras opciones. Éste es al menos el compromiso asumido por los socios privados tras la reunión que mantuvieron el pasado jueves con el presidente del la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, quien hasta el momento no se ha mostrado excesivamente partidario de la actuación. En ese encuentro, apuntaron las fuentes, Linde habría reconocido la problemática situación en la que se encuentra la actuación después de la polémica suscitada por la idea de construir un súper.
"Lo que nos vino a decir es que en este momento el supermercado es un problema", dijeron las fuentes, que añadieron: "Entiende que de no cambiar la opinión pública respecto a este tema no van a poder plantear el cambio del plan especial y que no quieren a arriesgarse a impulsar esa modificación para que después la echen para atrás".
Y esta circunstancia puede tener incidencia no sólo sobre el futuro del establecimiento de Carrefour, sino también sobre el edificio cultural proyectado en la esquina de los muelles 1 y 2. Hay que recordar que para dar cabida a los nuevos parámetros de diseño planteados por la concesionaria para el citado equipamiento (que prevé que sea de 19 metros de alto, cien de largo y veinte de ancho) es necesario modificar el Plan Especial del Puerto.
Preguntado por esta afección, Linde admitió que aunque el edificio cultural y el súper no están directamente ligados, "pueden tener sus consecuencias y sus efectos", dado que son construcciones aledañas. "Tengo contactos con la empresa pero todavía no tenemos una posición definitiva", añadió. Quien fue más claro fue el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, quien admitió la ligazón que existe en la tramitación para ambas construcciones.
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