El alcalde condiciona la aprobación del PGOU a que el Gobierno andaluz aporte a la ciudad algo a cambio del esfuerzo de facilitarle los suelos
08.06.2010 -
La parcela de Arraijanal, pieza clave para desbloquear el PGOU. :: SUR
El uso político que del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga realizan tanto el Ayuntamiento como la Junta de Andalucía hacen muy complicado poder dilucidar a estas alturas una fecha para su aprobación definitiva. El pasado viernes, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, apuntó que la intención del equipo de gobierno es que se produzca a finales de este año. Para ello, y ante la exigencia del Gobierno andaluz, se están adaptando los números del plan a la operación para compensar a los propietarios de la parcela de Arraijanal y hacer posible que la Administración regional la obtenga a coste cero para la realización del parque metropolitano que ha proyectado en ella, en lugar de los hoteles y las oficinas que planificó el Consistorio.
Pese a esto, el alcalde, Francisco de la Torre, aseguró ayer que va a seguir reclamando a la Junta que compense de algún modo a la ciudad por este «esfuerzo» y no sólo permitiendo que se construya en determinados sectores para hacer viable el pago a los dueños de Arraijanal con derechos edificatorios en otros puntos de la ciudad. «Hay que procurar que la ciudad quede de alguna manera compensada, liberada de otros esfuerzos», dijo el regidor al tiempo que justificó su postura en que los derechos urbanísticos que se van a otorgar a los propietarios de Arraijanal van a impedir al Ayuntamiento emplearlos para otros fines.
Nueva vía
«Si al hacer esto con Arraijanal no podemos conseguir otros suelos o no podemos obtener recursos para determinadas inversiones, la Junta debe asumir en su plan de ordenación metropolitana algunas cuestiones que de otra manera podría haberlas asumido al propio Ayuntamiento», explicó De la Torre. De este modo, dejó ver que, tras dar por descartada la compensación con fondos europeos o con terrenos, lo que plantea es otra fórmula para que la Junta haga algún esfuerzo en beneficio de la ciudad dentro del Plan de Ordenación del Territorio (POT) del área metropolitana que aprobó el pasado verano y que invalida algunos de los desarrollos urbanísticos previstos por el equipo de gobierno en el nuevo PGOU.
De la Torre recalcó que, hasta que este punto no esté acordado con la Junta, el nuevo Plan General no va a ser aprobado de nuevo por el pleno con la operación para facilitarle la obtención del Arraijanal. «Nuestra voluntad es que el documento vaya cuanto antes hacia adelante, pero depende de la nuestra y de la voluntad de la Junta, que fue quien paró el plan. Quien perjudica a la ciudad porque el PGOU no esté aprobado no somos nosotros», insistió el alcalde. En ese sentido, recordó en sus declaraciones, tras la firma de un convenio con la UMA, que fue la comisión regional de ordenación del territorio la que en julio del pasado año rechazó al completo el documento del plan tras anunciar que podría aprobarse parcialmente.
«La problemática que se ha generado en la ciudad por no tener aprobado el PGOU no es culpa del Ayuntamiento, ha sido provocada por la Junta», insistió De la Torre que, no obstante, matizó que esta situación es menos grave por actual coyuntura económica que mantiene paralizado el sector inmobiliario.
El alcalde argumentó que su postura es «la lógica, en defensa de los intereses de la ciudad». «Nosotros buscamos que el plan salga pero al final tiene que haber, de una forma u otra, una cuestión que la ciudad reciba a cambio», insistió.
Rechazo autonómico
Por su parte, fuentes de la Administración regional consultadas por este periódico apuntaron que el razonamiento del alcalde resulta «poco realista» en el sentido de plantear que la Junta cambie su plan de ordenación metropolitana para Málaga con el fin de asumir determinadas cuestiones que permitan compensar a la ciudad por facilitar la obtención de los suelos de Arraijanal para parque metropolitano.
Así, explicaron que modificar el plan metropolitano para que esto sea posible «es muy complicado» y, además, podría volverse en contra de la Junta, al sentar un precedente para una cuestión puntual de un municipio que podría mover a otros a plantear modificaciones para dar respuesta a sus intereses particulares. Según insistieron, el plan autonómico responde a una visión regional y metropolitana y no «puntual» de un municipio concreto.
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