miércoles, 9 de junio de 2010

"¿Poner un supermercado en el puerto? ¡Por Dios!" (Málaga Hoy)

Discrepa de la idea de la concesionaria de levantar un local de este tipo junto a la esquina de los muelles 1 y 2 y defiende el contenido del plan especial de 1998


-Usted fue, como alcaldesa, protagonista del plan especial del puerto. ¿Cómo recuerda el asunto?

-El plan fue uno de los grandes proyectos que impulsamos con la Autoridad Portuaria. Un proyecto que cuando dejé de ser alcaldesa lo dejé con la aprobación provisional ya hecha. Era un gran proyecto de la empresa Chelverton, con aparcamiento, el soterramiento del Paseo de los Curas, la unión del parque con el puerto. Era ilusionante.

-Si hubiese seguido en la Alcaldía, ¿el plan del puerto sería realidad?

-La historia nada más que se escribe una vez. El pudo haber sido y no fue es muy aleatorio. Las cosas suceden como suceden y los problemas que surgieron después los desconozco porque no estaba allí. Yo hice mi trabajo y los que vinieron detrás hicieron lo que entendieron que tenían que hacer.

-El plan de 1998 fue aprobado por unanimidad, pero dos años después se inició un baile de cambios. ¿Entiende tanto vaivén?

-No lo puedo saber, porque no estaba y de lo que no conozco me cuesta hablar. Sé lo que hice yo, de las condiciones económicas de la empresa que optó a la obra y de lo demás no puedo opinar.

-La propuesta de aquellos años provocó cierto rechazo.

-No percibí rechazo ciudadano, sí de algunos funcionarios de urbanismo que tienen la impresión de que la ciudad es suya y que tienen que decir qué hay que hacer. Pero no vi rechazo de los ciudadanos a la apertura a la ciudad, a 2.500 plazas de parking, a resolver el problema de la Plaza de la Marina.

-Una cuestión que más oposición despertó fue el multicines. ¿A usted le gustaba la propuesta?

-Cuando se debatió ese tema ya no estaba. Creo que el debate estaba más en las estructuras del urbanismo malagueño que en los ciudadanos, más en algunos arquitectos, funcionarios de urbanismo, que en los ciudadanos de a pie. Lo que quería la gente de a pie es que desapareciese la verja, crear empleo y convertir este espacio en un centro turístico importante para Málaga. En la plataforma iba el auditorio como señal diferenciadora, con la idea de que lo primero que viesen los cruceros al llegar a Málaga fuese un edificio moderno. Hacíamos una especie de Ponte Vecchio que unía la ciudad con la música, era quizá demasiado ambicioso. Pero siempre he sido muy ambiciosa para Málaga.

-Pero al final ni auditorio ni la verja eliminada...

-En el auditorio se metió por medio Magdalena Álvarez, cuando era competencia del Ministerio de Cultura. Y ahí estamos, sin auditorio y con valla.

-¿Le parece lógico que aún siga abierto el debate sobre el plan?

-No voy a entrar en esa historia porque no tengo todos los datos.

-Lo que es cierto es que llevamos 20 años hablando de este asunto.

-Eso en Málaga, por desgracia, pasa bastante. Era una de las cosas que quise romper, los grandes debates de veinte o treinta años que paralizan la ciudad de una forma importante. Pero ya no soy alcaldesa, desconozco los problemas que ha habido y sería una osadía dar una opinión.

-El último paso es la idea de volver a modificar el documento para elevar la altura del edificio cultural de la esquina. ¿Le parece adecuado?

-No tengo nada que decir. El día que me fui de alcaldesa me fui y ni tutelo ni nada que se le parezca. El Ayuntamiento actual sabrá por qué está haciendo las cosas.

-¿A usted le gusta la pretensión de que el muelle 1 se convierta en una nueva calle comercial de la ciudad?

-Había un uso comercial en el Plan del 98, necesario para que el puerto tenga vida, es lo que pasa en Lisboa, Barcelona, Alicante...

-¿Y lo del supermercado junto a la esquina de oro, a qué le suena?

-¿Qué supermercado?

-El que se plantea junto a la esquina de los muelles 1 y 2.

-A mí desde luego no me gusta. ¿Quién va a ir a comprar a ese supermercado? ¿Los que se bajen de los barcos? Desde luego antes no estaba previsto. Si lo han previsto ahora es porque económicamente le interesará al puerto.

-Eso no estaba en el Plan del 98...

-Para nada. ¿Poner un supermercado en el puerto? ¡Por Dios! Pero las razones las desconozco. A Celia Villalobos no le gusta. Pero no quiero ser motivo de escándalo ni de debate. La realidad del nuevo plan la desconozco y esa razón habrá que preguntársela a Enrique Linde y a Francisco de la Torre.

-En lo que se ratifica es en que el plan del 98 era un buen plan.

-Sí, lo creo. Pero hasta que me fui, porque a partir de ahí no sé lo que pasó.

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