El bulevar sobre el AVE permanece bloqueado y convertido en un enorme terrizo. El Ayuntamiento y Fomento no han cerrado aún un acuerdo sobre el suelo y no está clara la financiación
03.06.2010 -
Restos de los antiguos puentes peatonales y montañas de escombros se acumulan en el pasillo para el bulevar. :: ANTONIO SALAS
Fue hace un año. Entonces, los vecinos de Nuevo San Andrés, Dos Hermanas, El Duende, El Copo y otras muchas barriadas situadas a ambos lados del soterramiento del AVE se dieron cuenta de que tras las obras del túnel para la alta velocidad no venían otras. Al bulevar se le esperaba en el andén de la sorpresa y la indignación ciudadana y todavía se le aguarda sin fecha ni hora de llegada. Los titulares de las informaciones publicadas por este periódico entre los últimos días de mayo del pasado año y los primeros de junio bien podrían repetirse ahora. Los vecinos continúan reclamando el inicio de las obras de la futura avenida, el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento todavía libran una disputa por la disposición de los terrenos y no está clara cuál va a ser la financiación del proyecto. Todo sigue igual en el bulevar tras un año de fangos y polvo.
Basta un breve paseo por la zona para comprobar la degradación que padece el enorme erial que es hoy el suelo para el bulevar, un cortafuegos en plena ciudad que, en la zona más próxima a Nuevo San Andrés, está 'condimentado' con los restos de las pasarelas peatonales que servían para cruzar sobre las vías del tren. Hierros retorcidos y restos de hormigón constituyen un paisaje más parecido al final de una guerra que a una ciudad por transformar. El vallado de la zona es deficiente en algunos puntos y las basuras se empiezan a acumular.
Los primeros en padecer esta situación son los residentes y comerciantes de Nuevo San Andrés. Mari Nieves Rivero, propietaria de un bar en la calle Cortijo de Echarte, a menos de dos metros del soterramiento, ha colocado un tablón de madera de una de las puertas de su establecimiento como si fuera a padecer una inundación. «Mira lo que tengo puesto para los 'conejitos'», señala. En realidad, está haciendo referencia a las ratas que, según confirma Antonio Reyes, propietario de otro negocio en la misma calle, campan a sus anchas por la zona.
Además, como denuncian vecinos y colectivos ciudadanos, tienen que hacer frente al barro provocado por las lluvias en invierno y al polvo que se levanta en la época estival en cuanto hace un poco de viento. Son las consecuencias de tener que convivir con un enorme solar de casi dos kilómetros de longitud que todavía les mantiene aislados y que sólo pueden cruzar andando o en moto por los caminos abiertos provisionalmente donde antes existían pasarelas elevadas.
Discrepancias
Entre tanto, el proyecto sigue bloqueado en el ámbito político por el desencuentro entre administraciones de distinto signo político, que no entraron a fondo en la discusión y el debate de sus opuestos argumentos hasta que los trenes dejaron de circular en superficie, algo que sucedió a mediados de junio del pasado año. Entonces, ya eran más que evidentes las discrepancias entre el Ministerio de Fomento, que reclama una compensación de unos nueve millones de euros por ceder el suelo para el bulevar, y el Ayuntamiento, que considera que ya hubo suficiente compensación con los proyectos residenciales y comerciales que se otorgaron a la nueva estación y con terrenos que Fomento ocupó en exceso para las obras del soterramiento y que pertenecían a la ciudad.
Las reuniones entre el Consistorio y Fomento para dilucidar este asunto comenzaron en octubre del año pasado y todavía no han concluido. No obstante, aunque el escollo del suelo estuviera resuelto, el equipo de gobierno municipal tendría que buscar fondos para acometer las obras después de que el alcalde, Francisco de la Torre, aceptara que la Junta de Andalucía quiera desvincularse de su financiación -que iba a ser compartida- para centrarse en el proyecto de renovación de la carretera de Cádiz. Como ayer informó este periódico, la partida de dos millones de euros que está reservada este año para el bulevar carece de la cobertura prevista al haberse caído los ingresos programados por un convenio urbanístico. Además, esta cantidad representa una mínima parte de los 40 millones de euros en que está valorada la construcción de la futura avenida que, además, quedará partida en dos hasta que no se expropien varias naves del polígono San Rafael.
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