Vecinos y comerciantes destacan la mejora del acerado y el mobiliario pero critican que se han perdido plazas de aparcamientoLa popular calle comercial recupera el pulso tras 14 meses de obras del metro
20.01.2011 -
Los ciudadanos han recuperado la calle, que ha permanecido más de un año cortada por las obras del suburbano. :: ANTONIO SALAS
El ir y venir es continuo en torno a los comercios, a las puertas de tiendas como la célebre juguetería Gómez, con su pintoresco escaparate de maquetas de coleccionista, coches de scalextric y aviones teledirigidos. En las panaderías, en los bancos y en las tiendas de ropa; en los bares y los portales, donde surge la tertulia espontánea entre vecinos de siempre.
Tras catorce meses de obras para que el metro pueda cruzar bajo tierra por la calle La Unión los ciudadanos han tomado las aceras, que han ganado considerablemente en anchura y calidad, aunque todavía deben convivir con las máquinas y los obreros que dan los últimos retoques a la solería, con adoquines de hormigón prefabricado de diversas tonalidades y bordillos de canto redondeado. También se han instalado ya las nuevas farolas de doble luminaria, para alumbrar tanto la acera como la calzada.
El aspecto remozado del popular eje comercial del distrito Cruz del Humilladero está en boca de todos, a pesar de que todavía faltan unos días para que llegue el mobiliario urbano y se complete la actuación. La mayoría de los vecinos y comerciantes coinciden en que han ganado con el cambio, pero critican que se han eliminado numerosas plazas de aparcamiento, a pesar de que se mantienen los dos carriles de tráfico. Como nunca llueve a gusto de todos también hay quien habría preferido que se hubiera convertido en un bulevar semipeatonal al estilo de numerosas vías del centro histórico.
Opiniones a pie de calle
Deportes Camacho es uno de los establecimientos más conocidos de La Unión y sus ofertas en calzado deportivo atraen a compradores de toda la ciudad. Tras el mostrador, Jaime Lorenzale resume el sentir general de los comerciantes: cuando llegue el metro será positivo, pero muchos de sus clientes proceden de otras zonas y necesitan un sitio para dejar el coche. «La calle está mejor que estaba, pero necesitamos aparcamientos», afirma.
Francisco García, jubilado tras 60 años al frente de la Tipografía Gastro y vecino del número 40 de la calle, admite que se ha ganado en amplitud, pero a costa de eliminar casi todos los estacionamientos y de unos carriles muy estrechos para los coches. «Cuando pare el autobús habrá que esperar detrás porque no hay espacio para adelantarlo», asegura, señalando a un tramo de carril. Al tiempo, critica que han colocado una de las nuevas farolas estorbando la salida del aparcamiento de su edificio.
El director de la Oficina del Metro, Enrique Salvo, está satisfecho porque se ha cumplido el plazo de 14 meses que se había fijado al inicio. «Han sido unas obras muy complicadas, en 480 metros llegamos a tener siete pantalladoras que han trabajado con una coordinación milimétrica. Muchos pensaban que era imposible meter el metro en La Unión por la estrechez y lo hemos hecho», asegura.
A su juicio, tras la reurbanización ha mejorado mucho la calidad urbanística de esta vía, aunque no esconde que le hubiera gustado que quedara totalmente peatonal. «El recrecimiento de la acera tiene una alta valoración de los vecinos. La mayoría de la población tiene una edad avanzada y agradecen que se pueda caminar».
Aunque reconoce los reparos de los comerciantes, augura que gracias a la reforma urbana y al metro ganarán clientela. Además, destaca que en la cercana calle Poeta Muñoz Rojas han aumentado los estacionamientos, que también podrán dar servicio a La Unión.
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